El grupo de Aichi (centro) atribuyó esta caída a la apreciación del yen y los desastres naturales de 2011 en Japón y Tailandia, aunque destacó que los niveles de producción y ventas se han recuperado antes de lo previsto.
Por eso, para este año fiscal 2012, que termina el 31 de marzo de 2013, Toyota pronostica un beneficio neto de 760.000 millones de yenes (7.340 millones de euros), lo que supone un 168 % más que el del ejercicio 2011.
En el año fiscal recién concluido el beneficio operativo de la multinacional japonesa del motor bajó un 24,1 %, hasta 355.627 millones de yenes (3.434 millones de euros), mientras que sus ventas retrocedieron un 2,2 %, hasta 18,5 billones de yenes (179.399 millones de euros).
Pese a estos datos, el rendimiento de Toyota estuvo ligeramente por encima de lo que se esperaba en febrero, cuando el grupo calculaba una reducción de su beneficio neto cercana al 50 % respecto al ejercicio 2010.
A pesar de los obstáculos que le ha deparado 2011, la compañía que preside Akio Toyoda ha logrado mantener unas ventas globales sólidas, de 7,35 millones de vehículos, gracias al aumento en Japón (un 7,61 % interanual) y en el resto de Asia (5,41 %).
En Europa se mantuvieron prácticamente invariables, con algo más de 797.000 vehículos vendidos, mientras en Norteamérica, uno de sus principales mercados, se redujeron en más de un 8,4 %, hasta cerca de 1,87 millones de unidades.
La compañía, que entre enero y diciembre de 2011 perdió su reinado como líder mundial de motor superada por General Motors y Volkswagen, prevé resurgir con fuerza este ejercicio gracias al aumento de la producción y ventas.
Así, además de la fuerte subida del beneficio neto, Toyota prevé que su ganancia operativa crezca un 168 %, hasta un billón de yenes (9.651 millones de euros), y sus ventas aumenten un 18,4 %, hasta los 22 billones de yenes (212.336 millones de euros).
