Testigos luminosos: aviso de avería

Los testigos luminosos nos avisan de que nuestro coche tiene un problema o incluso que está a punto de sufrir una avería. Lo primero que tienes que hacer es pararte en algún lugar seguro, ver qué le pasa a tu coche y si no lo tienes claro, llama a tu seguro.

Testigos luminosos: aviso de avería
Testigos luminosos: aviso de avería

Según el Real Automóvil Club de España (RACE), las averías más frecuentes se deben a problemas con el motor. Casi un 50 por ciento de las asistencias que realiza el club a sus asociados se deben a este motivo. El Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), por su parte, arroja el mismo dato. En concreto, es el sistema de arranque y carga la causa del 70 por ciento de sus servicios en carretera. Pero antes de que nuestro coche se pare, nos avisa. Los testigos luminosos (esas pequeñas luces situadas en el salpicadero) suelen ser la primera señal de que nuestro vehículo no va bien. Uno de los más 'peligrosos' es el del aceite. Si bien todos los coches disponen de testigo de presión del aceite del motor, no todos están equipados con el indicador de nivel. Sin aceite, el motor se gripa y es necesaria una costosa reparación.

Es imprescindible revisar el nivel de aceite con regularidad. Si miras el libro de instrucciones de tu vehículo, verás que el consumo máximo de aceite admitido por el fabricante puede llegar hasta un litro cada 1.000 kilómetros. Entonces, si tenemos en cuenta que el depósito de aceite del motor es de unos cinco litros, tardaremos menos de 4.000 kilómetros en gripar el motor. Si se enciende este testigo luminoso, para cuanto antes en un lugar seguro. Circular sin aceite provoca la rotura del motor si consume más de la cuenta. A continuación, comprueba el nivel de aceite y si es necesario añade más. Verifica que no hay pérdidas, que el cárter no ha sufrido ningún desperfecto y si hay fugas, llama inmediatamente a tu aseguradora o a un servicio de asistencia en carretera. En cualquier caso, y para que 'no te pille el toro', revisa el nivel de aceite cada 1.000 kilómetros. Si quieres hacerlo tú mismo, y tu coche no dispone de 'varilla electrónica' coloca el coche en una superficie llana. El motor, por supuesto, debe estar parado. Espera unos minutos a que el aceite llegue al cárter y después limpia la varilla que te ayudará a medir el nivel e introdúcela hasta el tope. Luego, comprueba que llega a la zona de medición correcta.

Si es la luz de aviso del sistema de frenos la que se enciende, nos está indicando que nos hemos dejado accionado el freno de mano o que hay una avería en el sistema como una pérdida del líquido. Si este testigo luminoso se enciende durante la marcha y el freno de estacionamiento no está puesto, reduce la velocidad, apártate de la carretera y para con cuidado. Comprueba el nivel de líquido de frenos. Si está por debajo de lo normal, prueba los frenos arrancando y parando. Si funcionan, circula con cuidado hasta el taller más cercano. Otro de los testigos que puede encenderse es el de aviso de antibloqueo ABS. Esto significa que hay un fallo en este sistema, con lo que los frenos seguirán funcionando, pero las ruedas traseras podrán bloquearse con relativa rapidez. Así, conviene circular con cuidado hasta el taller más cercano.

La luz de aviso de la batería nos indica que puede estar descargándose o que hay problemas en su sistema de carga. Si esta luz permanece encendida durante la marcha deberán desconectarse todos los elementos que consumen electricidad como el aire acondicionado o la luneta térmica. Conviene que lleves al vehículo a que lo arreglen cuanto antes. Por otra parte, la luz de aviso de avería del motor indica que hay una avería en el sistema de inyección, en el eléctrico y en el encendido o el electrónico. Esta luz se enciende en color naranja y abarca una amplia variedad de problemas por lo que es necesario acudir a un taller con la mayor brevedad. Otro de los testigos 'importantes' es la luz de aviso de temperatura o nivel del líquido refrigerante. Indica que la temperatura del líquido refrigerante es demasiado alta o bien que el nivel es muy bajo. Si parpadea durante la marcha o permanece encendida tras arrancar el coche, detente. Luego para el motor, comprueba el líquido refrigerante y añade más si es necesario.