SsangYong Actyon Sports Pick Up

SsangYong sigue adelante con la renovación de su gama. A la presentación del Actyon, producida hace unos meses, sigue ahora la del Actyon Sports, variante pick-up que sustituye en la gama al ya veterano Musso Sports. Como sucedía con este último, el pick-up coreano muestra unas magníficas maneras tanto en el campo como en la carretera. Es, desde luego, un coche inteligente.

SsangYong Actyon Sports Pick Up
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Para mover el Actyon Sports, SsangYong recurre al mismo motor que lleva el Actyon, un 2.0 de cuatro cilindros en línea y 141 CV a 4.000 rpm. La presencia de un common rail de tercera generación y de un turbo de geometría variable logra que el motor arroje un par máximo de 31,6 mkg, disponible desde las 1.800 vueltas. También esa combinación tiene una importante incidencia en el consumo, que es bastante moderado para un coche de más de 1.900 kg: 8 litros a los 100 km, según SsangYong.

Al volante, nos ha parecido un motor muy noble y progresivo, de maneras suaves y dulces, sin vibraciones y con un bajo nivel de ruidos. Sin embargo, con tanto peso y volumen que mover, al motor le falta brío y no mueve con chispa al coche. Esto se traduce en cifras de prestaciones un tanto pobres: 12,2 segundos para el 0-100 km/h y 165 km/h de velocidad punta.A cambio, en el campo, el motor se muestra mucho mejor adaptado al coche. Se aprovecha de sus buenos bajos para mover los cortos desarrollos de la caja de cambios y proporcionar una capacidad de tracción muy buena. Y, hablando del cambio, hay que señalar que, aunque es la misma caja que se emplea en el Actyon, se han montado unos desarrollos un poco más cortos pensando en que este coche pesa más y tiene que trabajar muchas veces con la caja lastrada. Durante la toma de contacto no nos ha gustado mucho el tacto de la palanca, demasiado imprecisa y espesa en sus recorridos. Quedamos a la espera de una prueba más profunda para confirmar esta impresión.La gran diferencia entre este pick-up y el resto de los muchos que pueblan el mercado está en el eje trasero. Allí donde todos llevan suspensiones de ballestas, el Actyon Sports, como ya hacía el Musso Sports, apuesta por los muelles. Es una decisión arriesgada, pero, a nuestro juicio, inteligente. Es verdad que los pick-ups de ballestas pueden cargar más. Pero el Actyon, con sus muelles reforzados, se las apaña para transportar hasta 453 kg de carga, una cantidad más que suficiente para quienes no tengan que utilizar el vehículo como pura mula de carga.
En contrapartida, los muelles y los amortiguadores hacen que el coche de SsangYong tenga un comportamiento dinámico mucho más parecido al de un todo terreno convencional. Es decir, no está sujeto a los continuos rebotes que sufren los coches de ballestas cuando viajan sin carga. Gracias a esta diferencia, el Actyon es, posiblemente, el más cómodo de los pick-ups a la venta en España. En la carretera se conduce con mayor aplomo y comodidad, reaccionando con menos brusquedad en las curvas y manteniendo la carrocería algo más sujeta. Todo esto no quiere decir que sea un deportivo. Con sus más de 1.900 kg de peso, y sus 1,75 metros de altura, el Actyon Sports es un coche de gran envergadura y como tal ha de ser manejado. Así, hay que esperar un cierto bamboleo en las curvas y la aparición de poderosas inercias derivadas de su masa. También, como en cualquier coche de propulsión trasera, hay que contar con que el empuje está detrás y con que el morro pesa mucho, con lo que pueden aparecer sobrevirajes. Este defecto se manifiesta sobre todo en zonas muy viradas, con el piso en mal estado. Es necesario también recordar que, sin carga, hay poco peso sobre el eje trasero, con lo que el efecto sobrevirador puede aumentar.Hechas estas salvedades, el Actyon Sports es un coche agradable para viajar, bastante confortable y estable. Eso sí: hemos notado que la suspensión es algo más seca que en los antiguos Musso Sport, una cualidad que beneficia el dinamismo en asfalto pero que, como veremos, lo vuelve un poco menos agradable fuera de la carretera.Al dejar atrás el asfalto, el Actyon Sports se viene arriba. No es un todo terreno extremo, es cierto, pero tiene unas magníficas cualidades 4x4 y cuesta mucho que se acobarde. Dotado de una reductora de gran poder y de unas buenas cotas todo terreno que incluyen 20 cm de altura libre al suelo, el coche se atreve con cualquier reto y manifiesta buenas dotes para remontar cuestas, para afrontar bajadas y para superar superficies muy escabrosas.
Nuestra toma de contacto, en las sierras del Alentejo portugués, se realizó por caminos que nos permitían probar los tres modos de funcionamiento de la transmisión. Moviendo un selector que va en el salpicadero, se puede optar por moverse sólo con el eje trasero empujando, con los dos trenes conectados o con los dos y la reductora. Por cierto: el paso del 4x2 al 4x4 se puede hacer circulando hasta 70 km/h. Y, ya como apunte final, lástima que no haya bloqueo del diferencial trasero, porque, entonces, el coche ya rozaría una nota muy alta. Sin este componente, y, sobre todo, condicionado por su enorme tamaño y su peso, el Actyon Sports encuentra sus límites en las zonas más complicadas, como las trialeras y los cruces de puentes. Ahí, sus buenas maneras, la potencia de su motor y su voluntad ceden.Pero, claro, estamos ante un coche de trabajo, no ante un vehículo para hacer trial. Nos parece que, para su precio, el SsangYong Actyon Sports ofrece una más que suficiente capacidad para el todo terreno. No será extremo, pero está muy por encima de la media.Ojo. Cuando te compres un pick-up, pregunta siempre cómo está homologado. Lo habitual es que estos coches se registren como vehículos industriales, o camiones ligeros. Esto tiene ventajas, como importantes reducciones fiscales. Pero también inconvenientes, como plazos más cortos entre ITV’s y, sobre todo, limitaciones de carga y de velocidad en carretera. Entérate bien antes de comprarlo.

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Para mover el Actyon Sports, SsangYong recurre al mismo motor que lleva el Actyon, un 2.0 de cuatro cilindros en línea y 141 CV a 4.000 rpm. La presencia de un common rail de tercera generación y de un turbo de geometría variable logra que el motor arroje un par máximo de 31,6 mkg, disponible desde las 1.800 vueltas. También esa combinación tiene una importante incidencia en el consumo, que es bastante moderado para un coche de más de 1.900 kg: 8 litros a los 100 km, según SsangYong.

Al volante, nos ha parecido un motor muy noble y progresivo, de maneras suaves y dulces, sin vibraciones y con un bajo nivel de ruidos. Sin embargo, con tanto peso y volumen que mover, al motor le falta brío y no mueve con chispa al coche. Esto se traduce en cifras de prestaciones un tanto pobres: 12,2 segundos para el 0-100 km/h y 165 km/h de velocidad punta.A cambio, en el campo, el motor se muestra mucho mejor adaptado al coche. Se aprovecha de sus buenos bajos para mover los cortos desarrollos de la caja de cambios y proporcionar una capacidad de tracción muy buena. Y, hablando del cambio, hay que señalar que, aunque es la misma caja que se emplea en el Actyon, se han montado unos desarrollos un poco más cortos pensando en que este coche pesa más y tiene que trabajar muchas veces con la caja lastrada. Durante la toma de contacto no nos ha gustado mucho el tacto de la palanca, demasiado imprecisa y espesa en sus recorridos. Quedamos a la espera de una prueba más profunda para confirmar esta impresión.La gran diferencia entre este pick-up y el resto de los muchos que pueblan el mercado está en el eje trasero. Allí donde todos llevan suspensiones de ballestas, el Actyon Sports, como ya hacía el Musso Sports, apuesta por los muelles. Es una decisión arriesgada, pero, a nuestro juicio, inteligente. Es verdad que los pick-ups de ballestas pueden cargar más. Pero el Actyon, con sus muelles reforzados, se las apaña para transportar hasta 453 kg de carga, una cantidad más que suficiente para quienes no tengan que utilizar el vehículo como pura mula de carga.
En contrapartida, los muelles y los amortiguadores hacen que el coche de SsangYong tenga un comportamiento dinámico mucho más parecido al de un todo terreno convencional. Es decir, no está sujeto a los continuos rebotes que sufren los coches de ballestas cuando viajan sin carga. Gracias a esta diferencia, el Actyon es, posiblemente, el más cómodo de los pick-ups a la venta en España. En la carretera se conduce con mayor aplomo y comodidad, reaccionando con menos brusquedad en las curvas y manteniendo la carrocería algo más sujeta. Todo esto no quiere decir que sea un deportivo. Con sus más de 1.900 kg de peso, y sus 1,75 metros de altura, el Actyon Sports es un coche de gran envergadura y como tal ha de ser manejado. Así, hay que esperar un cierto bamboleo en las curvas y la aparición de poderosas inercias derivadas de su masa. También, como en cualquier coche de propulsión trasera, hay que contar con que el empuje está detrás y con que el morro pesa mucho, con lo que pueden aparecer sobrevirajes. Este defecto se manifiesta sobre todo en zonas muy viradas, con el piso en mal estado. Es necesario también recordar que, sin carga, hay poco peso sobre el eje trasero, con lo que el efecto sobrevirador puede aumentar.Hechas estas salvedades, el Actyon Sports es un coche agradable para viajar, bastante confortable y estable. Eso sí: hemos notado que la suspensión es algo más seca que en los antiguos Musso Sport, una cualidad que beneficia el dinamismo en asfalto pero que, como veremos, lo vuelve un poco menos agradable fuera de la carretera.Al dejar atrás el asfalto, el Actyon Sports se viene arriba. No es un todo terreno extremo, es cierto, pero tiene unas magníficas cualidades 4x4 y cuesta mucho que se acobarde. Dotado de una reductora de gran poder y de unas buenas cotas todo terreno que incluyen 20 cm de altura libre al suelo, el coche se atreve con cualquier reto y manifiesta buenas dotes para remontar cuestas, para afrontar bajadas y para superar superficies muy escabrosas.
Nuestra toma de contacto, en las sierras del Alentejo portugués, se realizó por caminos que nos permitían probar los tres modos de funcionamiento de la transmisión. Moviendo un selector que va en el salpicadero, se puede optar por moverse sólo con el eje trasero empujando, con los dos trenes conectados o con los dos y la reductora. Por cierto: el paso del 4x2 al 4x4 se puede hacer circulando hasta 70 km/h. Y, ya como apunte final, lástima que no haya bloqueo del diferencial trasero, porque, entonces, el coche ya rozaría una nota muy alta. Sin este componente, y, sobre todo, condicionado por su enorme tamaño y su peso, el Actyon Sports encuentra sus límites en las zonas más complicadas, como las trialeras y los cruces de puentes. Ahí, sus buenas maneras, la potencia de su motor y su voluntad ceden.Pero, claro, estamos ante un coche de trabajo, no ante un vehículo para hacer trial. Nos parece que, para su precio, el SsangYong Actyon Sports ofrece una más que suficiente capacidad para el todo terreno. No será extremo, pero está muy por encima de la media.Ojo. Cuando te compres un pick-up, pregunta siempre cómo está homologado. Lo habitual es que estos coches se registren como vehículos industriales, o camiones ligeros. Esto tiene ventajas, como importantes reducciones fiscales. Pero también inconvenientes, como plazos más cortos entre ITV’s y, sobre todo, limitaciones de carga y de velocidad en carretera. Entérate bien antes de comprarlo.