Semáforo verde para la Fórmula 1 de 2000

Después del emocionante final del Mundial de 1999, la temporada 2000 se presenta como un duelo total entre McLaren y Ferrari. Los mejores pilotos del mundo y los coches más potentes de la historia se batirán en uno de los espectáculos más fascinantes del planeta, la Fórmula 1.

Con la presentación oficial, ayer, nueve de marzo, del equipo Arrows, se completa la parrilla de salida del primer gran premio de la temporada de Fórmula 1, el de Australia, que se celebrará el próximo domingo 12 de marzo en el circuito Albert Park, de Melbourne. Como siempre, la pretemporada ha venido cargada de sorpresas y polémicas. Hay que recordar anécdotas como las dificultades de Jason Button, el último fichaje de Williams, cuando parecía que no podría conseguir la superlicencia de conducción para la categoría. O el tremendo enfado de Alain Prost con Peugeot tras comprobar lo poco competitivo que es el motor que la marca francesa ha hecho para la escudería del excampeón. Otro que llega a la salida enfadado es Ron Dennis, jefe de equipo de McLaren, quien ha empezado a presionar a la Federación Internacional de Automovilismo acusándola de favoritismo hacia Ferrari. Otras cuestiones a destacar son la fuerte entrada de Telefónica en Minardi, la de Orange en Arrows, las decenas de miles de millones de pesetas que mueve el gran circo… Después de dos meses de pulir defectos, los incidentes han dejado paso a la realidad absoluta: la primera carrera del año. Mientras que en los ensayos han corrido mucho algunos coches con pocas posibilidades, como Arrows o Minardi, en la primera sesión de entrenamientos libres en Australia las cosas han vuelto a su ser: primero, Schumacher, que averió; segundo, Coulthard; tercero, Barrichello; y cuarto, Hakkinen. Es decir, el escenario que debería imponerse durante toda la temporada: Ferrari y McLaren codo a codo por copar el podio. Es lo normal, son los dos superequipos de la competición: McLaren, con el nuevo motor de Mercedes y la solidez que dan dos años en lo más alto, y Ferrari, con un motor completamente nuevo, la maestría de Schumacher y el soporte incondicional de miles de aficionados en todo el mundo. Todo parece preparado para un duelo total entre ambas escuderías. Sin embargo, no será un mano a mano entre Hakkinen y Schumacher. Este año, los teóricos segundos de cada escudería -Coulthard, en McLaren, y Barrichello, en Ferrari- tendrán mucho que decir. En la casa italiana han dado libertad al brasileño para pelear por las victorias y no tendrá que dejar paso a Schumacher en ningún momento. Esto puede ser un acicate para que el alemán se esfuerce más y dé a la "Scuderia" la victoria que se le ha resistido en los últimos 21 años. De todos modos, la temporada 2000 no va a ser un camino de rosas para los dos equipos estrella. Muy cerca y dispuestos a todo, aparecerán coches que se han reforzado mucho y que reclaman su pedazo de gloria. Hay tres equipos que cuentan con muchas posibilidades: Jordan, Jaguar y Williams. Jordan se ha reforzado con un poderoso y fiable motor Honda que le debería permitir estar entre los primeros en cada meta. Con la entrada de Jaguar en la Fórmula 1, Ford intenta hacerse con un sitio en este deporte. Para ello ha heredado la competitiva estructura deportiva del equipo Stewart. Por su parte, Williams es el puente de regreso de BMW a la competición, después de más de una década de ausencia. Tienen un motor sólido, pero muy joven, y habrá que esperar a ver cómo evoluciona.