Este análisis, basado en las respuestas de 1.027 conductores de diversas edades, refleja que el 4 por ciento de la muestra posee un valor de agudeza visual binocular inferior al 0,5 por ciento, que es el límite que establece la ley para obtener o renovar el permiso de conducir. ‘Esto significa que millones de españoles conducen sin cumplir los requisitos que marca la norma’, ha afirmado el responsable de Seguridad Vial del RACC, Luis Puerto. El estudio destaca que el 58,4 por ciento de los conductores analizados lleva gafas o lentes de contacto con una graduación ‘inadecuada’, pues posee una agudeza visual en visión de lejos igual o inferior a 0,8 por ciento (lo normal se sitúa en torno al 1 por ciento), un dato que se considera ‘preocupante’.
Para la realización del trabajo se han tenido en cuenta seis factores que influyen de forma determinante en la salud visual de los conductores, que son la agudeza visual en visión de lejos, el campo visual binocular, el deslumbramiento, la sensibilidad al contraste, la percepción cromática y la estereoagudeza, ha detallado la profesora de
Por lo que se refiere a la amplitud del campo visual, el estudio refleja que más de un millón de españoles obtiene una extensión inferior a 85 grados, la mayoría de ellos personas mayores de 65 años. Además, el 75 por ciento de los mayores sufre deslumbramiento, lo que dificulta mucho su capacidad para conducir de noche. También este sector de la población es el más afectado por las anomalías cromáticas, especialmente el daltonismo.
Si se extrapola al conjunto de la sociedad, el análisis demuestra que el 6 por ciento de los hombres conductores son daltónicos. ‘El principal problema que surge de esta anomalía es la incapacidad de distinguir el color de los semáforos, algo que durante el día salvan con aprender el orden de las luces, pero que, por la noche, cuando en la distancia no se ve la totalidad del semáforo, es imposible de distinguir’, advirtió la coordinadora del estudio.