El sector, crítico con la reducción de velocidad

Una de las medidas anunciadas ayer por el ministro de Industria dentro de su plan de ahorro energético, la de reducir hasta un 20 por ciento la velocidad de acceso a las ciudades, ha sido cuestionada por los principales clubes automovilísticos españoles. Por otro lado, el objetivo de que en 2014 haya un millón de vehículos eléctricos o híbridos en nuestro país ha sorprendido a la industria del motor.

El sector, crítico con la reducción de velocidad
El sector, crítico con la reducción de velocidad

El Ministerio de Industria, a través de su titular Miguel Sebastián, anunció ayer en el Congreso de los Diputados una serie de medidas dentro de su plan de ahorro energético. Dicho plan partirá con un presupuesto inicial de 245 millones de euros, que se gestionarían hasta 2011. Con las 31 propuestas del Ejecutivo, se pretende ahorrar unos 4.000 millones de euros.

Una de las medidas anunciadas por Sebastián, reducir hasta un 20 por ciento la velocidad de acceso a las ciudades, ha sido cuestionada por los principales clubes automovilísticos de nuestro país. El Real Automóvil Club de España (RACE) considera que ‘en horas punta, el acceso a las grandes ciudades suele ser difícil, con grandes aglomeraciones de tráfico en las que ya hay una reducción considerable de la velocidad de los vehículos’. En estas situaciones, según el RACE, los automóviles consumen y contaminan más, por lo que es fundamental encontrar fórmulas para evitar esos atascos. Este club está de acuerdo con el Ejecutivo en que el ahorro energético es una prioridad y que haría falta un plan viable de reducción del consumo de carburantes.

Discute hoy sobre la utilidad de los radares de la DGT en nuestros foros: ¿realmente sirven para reducir la siniestralidad o sólo para recaudar más?

Por su parte, Automovilistas Europeos Asociados (AEA), a través de su presidente, Mario Arnaldo, afirma que en las propuestas del Ministerio de Industria ‘se mezclan cuestiones energéticas con otras relativas a la seguridad vial y esto es un error’. Esta asociación plantea mirar a Europa en esta materia, ya que en muchos países vecinos siempre que ‘se han llevado a cabo medidas de ahorro energético con reducción de velocidad ha sido de forma puntual y limitada en el tiempo’. El ahorro energético y unos niveles de contaminación más bajos podrían verse beneficiados, según AEA, si volviera a implantarse el Plan Prever, pues los vehículos nuevos contaminan y consumen menos que los viejos.

El Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) fue más liviano en sus críticas a la reducción de la velocidad como medida de ahorro energético. Esta asociación propone ‘una reducción variable de los límites de velocidad con criterios inteligentes y no uniformes’.

Las medidas anunciadas ayer por Sebastián en el Congreso de los Diputados y su borrador definitivo tendrán que aprobarse en un plazo de tres meses, pero antes, el Ministerio del Interior las ha de revisar. De hecho, Alfredo Pérez-Rubalcaba, titular de esta cartera, ya ha manifestado que se tiene que estudiar si es viable o no reducir los límites de velocidad.

Además de esta controvertida medida, Sebastián, dentro de sus 31 propuestas, incluyó otras dos que afectaban de lleno al sector del motor: el fomento de una conducción eficiente por un lado, y por otro, el ambicioso objetivo de que en 2014 circulen por las carreteras españolas hasta un millón de vehículos eléctricos o híbridos.

Según el secretario general de Energía, Pedro Marín, la reducción del 20 por ciento de los límites de velocidad permitirá un ahorro de hasta 350 millones de toneladas de petróleo y un 20 por ciento en la factura en carburantes de las familias.

No fue la medida más criticada por la oposición, pero sí la que ha dejado más perpleja a la industria del motor en nuestro país. Sebastián anunció un proyecto piloto de introducción de vehículos eléctricos o híbridos en colaboración con las comunidades autónomas y ayuntamientos. El dato: un millón de automóviles que usen este tipo de energías alternativas, lo que significa un cinco por ciento del total del parque automovilístico. Pero hay más. Industria pretende que de ese millón una gran parte sea ‘en la medida de lo posible’ producido en suelo español.

En la actualidad, sólo tres marcas en España, Honda, Lexus y Toyota, comercializan vehículos híbridos (automóviles que usan un motor de gasolina para moverse y que montan también un motor eléctrico para arrancar y para un aporte extra de energía). En cuanto a vehículos eléctricos, aquellos que usan un motor eléctrico cuya energía es suministrada por una batería que ha de enchufarse a la red eléctrica para poder recargarse, aún son muy pocos en el mercado mundial. En el caso español, sólo Renault podría plantearse la fabricación de modelos cien por cien eléctricos. De hecho, para Portugal e Israel, fabrica una versión eléctrica del Mégane.

Diversos fabricantes de automóviles ya están trabajando para poner a punto las baterías de ión-litio, similares a las que usan los teléfonos móviles. Se sigue trabajando para aumentar su autonomía y para disminuir sus tiempos de carga.

A este panorama tan poco realista, hay que sumar, según los expertos y los propios usuarios otros inconvenientes: en primer lugar, los vehículos híbridos tienen aún un precio algo elevado; en segundo lugar, las baterías de los coches eléctricos tienen poca autonomía (según los casos, difícilmente superan los 100 kilómetros); en tercer lugar, el tiempo de carga de las baterías puede variar entre seis y ocho horas; y en cuarto lugar, el Gobierno central, Comunidades Autónomas y Administraciones Locales tendrían que colocar miles y miles de enchufes por las calles para que los automóviles puedan recargarse.