La actual crisis del coronavirus va a cambiar muchas cosas, más de las que pensamos. En el sector del automóvil, por ejemplo, las fábricas de automóviles han echado el cierre temporal y está por ver cómo afectará esto a su producción en el futuro. Por otra parte, y es lo que nos trae aquí, el concepto que teníamos hasta ahora como Salón del Automóvil puede que no vuelva a ser igual nunca más.
Recordemos: el Salón de Ginebra de comienzos de marzo fue cancelado apenas unos días antes de su celebración, cuando el gobierno suizo prohibió eventos multitudinarios; los salones de Nueva York y Beijing (Pekín), en China, se han pospuesto, mientras que el Salón de Detroit de junio se ha cancelado, ya que sus instalaciones están sirviendo para afrontar la pandemia. En España, por ejemplo, el Mobility Car Experience o el Salón del Vehículo de Ocasión, ambos en Madrid, también se han aplazado.
El Salón de París, la última “víctima" de la pandemia
Sin embargo, y a pesar de que su celebración iba a ser para comienzos de octubre (del 1 al 11), la organización del Salón de París 2020 ha anunciado directamente, su cancelación. Eso sí, mantiene algunos de los eventos periféricos, como el “Movin’On" o el “Smart City": cumbres en las que sí se tratarán acuerdos comerciales, de comunicación y en las que se hablará del futuro de la movilidad.
“Nada será igual que antes. Esta crisis debe enseñarnos a ser más ágiles, creativos e innovadores que nunca", dice la organización del Salón de París, un evento que acogía a más de 1 millón de personas cada vez que se celebraba cada dos años.
¿Adiós a los salones tradicionales?
Una decisión que tendrá repercusiones drásticas en las citas automovilísticas: el salón como lo conocíamos hasta ahora, con la presentación de las últimas novedades de las marcas, no se celebrará. Ni en París, ni el año que viene en Frankfurt… y vamos a esperar a ver qué decisión tomas otros salones en los próximos tiempos.
Porque ya antes incluso antes de esta crisis, se empezaba a dibujar un panorama diferente entre este tipo de eventos: muchas marcas automovilísticas importantes dejaban de asistir, con los consiguientes “aprietos" económicos para los organizadores. ¿Servirá este caso de París para que otros salones tomen ejemplo y se reinventen?