Salamanca, una ciudad tan animada en invierno por su población de estudiantes como por la multitud de turistas que a lo largo del año visitan su conjunto arquitectónico monumental, marca el inicio de una nueva ruta Seat Ibiza. A través de la Autovía de la Plata visitaremos, camino de las Playas de Cádiz, de nuestro destino final, los puntos más significativos de la original Ruta de la Plata, una vía romana que unía la Emerita Astúrica (Astorga) con la Emerita Augusta (Mérida) y que para darle mayor importancia comercial fue ampliada con el paso del tiempo en un trazado bien diferente que comunica Sevilla con Gijón, dos de los puertos señeros de nuestro país.
Una autovía es sinómino de viaje relajado, sin complicaciones, y eso es lo que permite desde hace apenas una década la autovía A-66, la Autovía de la Plata, que tomaremos camino de nuestro primer punto intermedio, Cáceres, cuya Ciudad Vieja es considerada Patrimonio de la Humanidad desde 1986. Dos centenares de kilómetros la separan de nuestra ciudad de origen y ambas se ven unidas por un brillante pasado histórico, que en el caso de Cáceres tiene su origen a finales de la Edad Media, y albergar a una amplísima población estudiantil.
Poco más de una hora después puede llegarse a Mérida, cuyas empinadas calles retrotraen a un pasado iniciado hace ya 2.000 por los licenciados eméritos de las legiones romanas que habitaron la Colinia Iulia Augusta Emerita. De ahí surgió una ciudad que aún hoy conserva joyas de la arquitectura civil de la época como el Teatro, el Anfiteatro, o el Circo Romano, el puente sobre el Guadiana, el imponente Acueducto de los Milagros que abastecía a la ciudad desde el embalse de Proserpina, e incluso podemos hacernos una idea de los ritos funerarios de la época en los columbarios, situados extramuros de la ciudad original. Estos vestigios fueron capaces de soportar las sucesivas invasiones de suevos, visigodos, árabes —de cuya época data la Alcazaba, construida a partir de sillares extraídos de la muralla original y tras la Reconquista ocupada por los Caballeros de la Orden de Santiago.
La herencia romana sigue presente en Itálica, en Santiponce, en las afueras de Sevilla, sede de uno de los crosses atléticos invernales más importantes de nuestro país, y volveremos a encontrarla de nuevo en la Playa de Bolonia, uno de los puntos de obligada visita, donde además de los restos de la Baelo Claudia, debemos admirar la famosa duna de Bolonia, una lengua de arena de casi 50 m de alto y 200 de longitud.
Es, junto con las de Conil, Zahara de los Atunes, Caños de Meca o Valdevaqueros visita obligada para el turismo de playa. Pero el visitante puede encontrar otras alternativas de ocio como perderse por las intrincadas calles de Vejer de la Frontera, donde fue sancionada la Constitución de 1812, el pueblo fantasma de Santi Petri, descubrir los faros de Trafalgar o Chipiona, el más alto de España y el tercero de Europa con sus 56 m de altura, o conocer la importancia que la pesca del atún aún hoy tiene para localidades como Barbate.
Actividades deportivas como el ciclismo, la escalada deportiva, la vela, el submarinismo, o el Surf y Kitesurf, que encuentran en las zonas próximas a Tarifa uno de sus paraísos terrenales, pueden suponer la guinda a un viaje inolvidable en el que el tiempo siempre parece insuficiente ante la magnitud de todo lo que el visitante quisiera disfrutar por más tiempo.
El recorrido, paso a paso
Salamanca- Playas de Cádiz
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Kilómetros |
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Parciales |
Totales |
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Salamanca |
Cáceres |
200 |
200 |
Cáceres |
Mérida |
76 |
276 |
Mérida |
Itálica |
182 |
458 |
Itálica |
Chipiona |
117 |
575 |