Rodamos con el Mercedes SLS AMG, en Abu Dhabi

En contadas ocasiones tengo la oportunidad de rodar en circuito. Pero Mercedes nos ha dado la posibilidad de ponernos a los mandos de su nuevo "alas de gaviota", el SLS AMG, en el impresionante circuito de Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes. El privilegio ha recaído sobre mí, inexperta en conducción deportiva, y así ha sido la experiencia.

Rodamos con el Mercedes SLS AMG, en Abu Dhabi
Rodamos con el Mercedes SLS AMG, en Abu Dhabi

Espléndida mañana de sol y calor en Abu Dhabi, la capital de los Emiratos Árabes. Es lunes y son las 12 de la mañana. En España, las 9. Nieva y llueve en la mayor parte de Europa. Se prepara un día especial. En muy pocas ocasiones tengo la posibilidad de rodar en un circuito con casi 600 CV a mis mandos. Pero Mercedes se ha encargado de habilitar todo un despliegue de sensaciones: varias unidades del SLS AMG y E63 AMG familiar nos esperan en la línea de boxes. El nuevo y espectacular circuito que, inaugurado el pasado mes de septiembre, ya ha acogido un Gran Premio de F-1, se convierte en el fabuloso escenario sobre el que voy a descargar una buena dosis de adrenalina.

A las 13,30 me avisan. ¡Ya me toca! La unidad número 3 del SLS AMG va a ser toda mía. Pero no nos dejan rodar solos en pista. El nuevo piloto de la escudería Mercedes, Nico Rosberg, va a hacer de "liebre" marcando el ritmo de nuestra carrera. Casco en mano… y en la cabeza, subo al SLS AMG</strong<. Sigo atenta las instrucciones del monitor que me explica los diferentes modos de conducción con los que puedo "jugar" con el coche. Cierro la puerta y me quedo ya a solas con el nuevo "alas de gaviota". Estoy nerviosa, no lo niego. Los pocos segundos que me restan antes de iniciar la aventura me sirven para recrearme con la vista. Mucha información para tan poco tiempo. Es la primera vez que subo al SLS y es difícil familiarizarse con todo lo que ofrece el puesto de conducción. Sitúo velocímetro y cuentarrevoluciones; las levas, en el volante. Derecha, subo velocidad; izquierda, reduzco. El asiento no se regula en altura y no voy todo lo cómoda que quisiera, pero ajusto la altura del volante. Ahora, mejor. Los asientos son envolventes, cómodos. Decido poner el cambio automático y el modo "sport". Ello no me impide manejar el cambio con las levas fijas en el volante.

Arranco. Sonido que embriaga y acelera más mis nervios. Salimos del pit line y entramos en pista. Sólo 3 coches, con Nico delante resulta en principio tranquilo. Me guío por sus luces de freno y sigo sus pasos. Ligeros toques de freno al entrar en curva. Durante la primera vuelta, empiezas a coger confianza en ti mismo, pero no ha resultado ser como pensaba. Sigo algo tensionada y ¡quiero disfrutar! Segunda vuelta. Nico rueda más alegre y no se si estoy preparada. Pero me doy cuenta de lo que eres capaz de hacer con una pista de circuito para ti y con un coche como éste. Busco los puntos de referencia para abordar las curvas aprovechando al máximo la anchura de la pista. Un bramido invade el habitáculo cada vez que acelero con decisión. De 5ª reduzco hasta 2ª con una rapidez asombrosa y el SLS no lo calla. En la recta más larga llego a 210 km/h, nada comparable con la cifra de 317 km/h que manejan en el Gran Premio de F-1. Pero a mí me sobra. En esos pocos metros de pista te sientes solo en el mundo, como descender esquiando por una pista nevada oyendo sólo tu respiración y el romper de la nieve con las tablas. Pero el instante se interrumpe. Curva a la izquierda. Piso el freno a tope, nada que objetar a su sistema de frenos y salgo de la curva un poco pasada. El coche coletea, pero la carga tecnológica que lleva en sus entrañas me recoloca en décimas de segundo. Y no me da tiempo a pensar. Es ahora cuando me siento más confiada y relajada. Quedan 3 de las 5 vueltas que damos en cada tanda. Ahora me permito reducir cambios con las levas, pero la mayor parte de los kilómetros que me quedan dejo al SLS hacer y deshacer a su antojo. Se inauguró el pasado <strong y se ha convertido en el circuito más moderno del mundo. <strong, acogió su primer Gran Premio de Fórmula Uno el 31 de octubre y 1 de noviembre. Su longitud, <strong<5,55 kilómetros, aunque su trazado puede dividirse en 2 más pequeños de 3,1 y 2,4 kilómetros. Acoge a unos <strong<50.000 espectadores y cuenta con 40 edificios de boxes para los equipos. Su complejo incluye el impresionante Hotel Yas de 5 estrellas, un puerto, escuela de conducción, centro de karting…, y ya ser está construyendo un espectacular campo de golf. -Velocidad máxima estimada: 317 km/h.
-Tiempo estimado por vuelta: 1 minuto, 40 segundos.
-Longitud de la pista: 5.55 kilómetros.
-Anchura de la pista: 12 a 16 metros.