El 23,3% de los riojanos ya vivía bajo el umbral de la pobreza en 2010

El 23,3 por ciento de los riojanos ya vivía por debajo del umbral de la pobreza en el año 2010. Sin embargo, otras Comunidades Autónomas con una renta per cápita similar, como Aragón o Cantabria, tenían un porcentaje de pobreza inferior. Así, 'en La Rioja existe un alto nivel de desigualdad', que irá a más por la falta de 'apoyo a las personas en riesgo de exclusión', según ha afirmado la doctora en Sociología, Carmen Sabater.

La profesora ha hecho estas declaraciones en la presentación del 'Primer Informe sobre pobreza y exclusión en La Rioja'. Le han acompañado el también sociólogo, Sergio Andrés Cabello; y el presidente de la Fundación Riojana de Estudios Sociales (FRES), Enrique Raposo.

Sabater ha explicado que vivir bajo el umbral de la pobreza supone que los ingresos de un hogar no alcanzan el 60 por ciento de la mediana de los ingresos de la región. Esto se traduce en que las familias 'no pueden pagar las facturas de la luz, ni apuntar a sus hijos a una actividad deportiva extraescolar por no tener dinero para comprar el chándal'. En definitiva, son familias para las que 'salir a cenar fuera o ir al cine son quimeras'.

En el caso de La Rioja, el umbral de la pobreza se sitúa en los 6.695 euros de ingresos netos por persona y se eleva a los 15.120 en el caso de las familias con 2 hijos.

La doctora ha afirmado que, a tenor de la situación, se prevén 'procesos de exclusión mucho más severos' en el momento en que los parados dejen de percibir las ayudas al desempleo y demás subsidios.

Entre las conclusiones del estudio, Sabater ha destacado que 'La Rioja supera significativamente la media española de pobreza infantil' con una tasa del 31,7 por ciento en 2008, frente al 24,1 a nivel nacional de este mismo año. Además, el 'principal riesgo' se da en los hogares de padres jóvenes, que han perdido o pueden perder su empleo.

También cabe destacar que el 12,2 por ciento de los riojanos no cumple tres de los siete indicadores utilizados para medir unas 'buenas condiciones de vida'. Aunque hay casos en que no se cumplen muchos más. Estos indicadores son poder irse de vacaciones una semana al año; poder permitirse una comida de carne o pescado cada dos días; mantener la vivienda a una temperatura adecuada; poder afrontar gastos imprevistos; disponer de un automóvil; y disponer de un ordenador personal.

Sobre trabajo, Sabater ha recordado que el desempleo alcanzó al 18,7 por ciento de los riojanos en 2011. Este problema afectó principalmente a los extranjeros (41,7 por ciento) y a los jóvenes menores de 25 años (47 por ciento). Y lo que es peor es que 'la alta dependencia de las rentas generadas por el empleo --sobre todo el hogares con menores-- y la falta de ayudas hace prever graves procesos de exclusión económica en los próximos años'. Procesos, que según Sabater, 'arrastran a múltiples unidades familiares --que configuran el núcleo de apoyo con abuelos, padres y parientes próximos--'.

A modo de conclusión, el presidente de la FRES, Enrique Raposo, ha opinado que 'las políticas de austeridad que nos están imponiendo van a profundizar en la pobreza y van a generar una sociedad más desigual'.