El ejército boliviano bloquea los pozos de Repsol

Los militares han desembarcado en los campos petrolíferos de Bolivia. A golpe de decreto, el país andino ha decidido nacionalizar su crudo. No es el único gobierno que toma medidas sorprendentes ante la escalada de precios de los combustibles.

El ejército boliviano bloquea los pozos de Repsol
El ejército boliviano bloquea los pozos de Repsol

“Se acabó el saqueo de nuestros recursos naturales por las empresas extranjeras". Con este grito, el presidente de Bolivia, Evo Morales, anunciaba la nacionalización del petróleo y del gas que se extrae de ese país. Las petroleras, entre ellas la española Repsol YPF, tienen que entregar toda su producción. Se abre un plazo de 180 días para negociar nuevas formas de contrato. Los militares ya han entrado en algunos campos petrolíferos. La noticia ha sorprendido a todos, ya que el propio Evo Morales aseguró hace unos días que retrasaría seis meses la medida. El presidente de Repsol-YPF, Antonio Brufau, ha admitido que desconoce “cómo salir de esto". Repsol-YPF ha tenido una relación difícil con el gobierno de Evo Morales. Algunos ejecutivos de la petrolera fueron acusados de contrabando. Estuvieron en busca y captura, fueron detenidos y puestos en libertad bajo fianza de 47.000 euros, luego perdonada. Evo Morales (en la foto) parece seguir los pasos de su colega el presidente venezolano Hugo Chaves. En Venezuela, el Estado es el dueño de todas las concesiones. Ocurre lo mismo en Libia.Los analistas políticos han acuñado un nuevo término para denominar a estos regímenes: igual que en su momento se forjaron las “repúblicas bananeras", ahora nacen las “repúblicas petroleras". Sin embargo, no se trata de una política nueva. En Bolivia, ya ha habido dos nacionalizaciones anteriores: con el gobierno militar de David Toro (1937) y con el socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz (1969). Las petroleras no son precisamente un rival débil. El barril de petróleo roza precios récord y estas compañías han disparado sus beneficios. Se calcula que, por cada dólar que sube el precio del barril de Brent (el de referencia en Europa), una compañía como Repsol YPF puede engrosar sus ganancias en 50 millones de dólares. Es cierto que el crudo está sujeto a variables geopolíticas difíciles de controlar, pero, para cubrirse las espaldas, se cobra una especie de “prima por riesgo bélico".Por ejemplo, del actual precio del barril de crudo, unos 9 ó 10 dólares sirven para cubrir un posible conflicto en Irán. Este país es el cuarto productor mundial y, en la actualidad, lleva a cabo un polémico programa nuclear. No se descarta una intervención armada. Además, todavía se siguen pagando las consecuencias de la invasión de Irak. Los analistas aseguran que unos 5 dólares del precio del barril sirven para cubrir la continúa inestabilidad de este país. Y hay más: la violencia en Nigeria, las consecuencias del huracán Katrina, la parada primaveral de las refinerías para hacer limpieza... Cada vez hay menos crudo en el mercado y los precios se disparan. Se teme que, dentro de unos meses, se llegue a los 80 dólares. ¿Se encarecen desproporcionadamente las petroleras?
Queremos saber tu opinión: participa en nuestros foros. Bolivia no es el único país que ha movido ficha ante el precio del petróleo. Hasta en EE.UU., el país de los “petroadictos" (es el mayor consumidor de petróleo del mundo), ya se preguntan cómo parar los pies a las petroleras. Incluso hay creyentes celebrando misas junto a gasolineras para pedir una “intercesión divina" para frenar el precio del crudo. Esta iniciativa ha sido llevadaa cabo por una iglesia que contacta con sus fieles a través de Internet (la “Pray Live", www.praylive.com): entre sus sermones se puede leer que “las petroleras merecen ir al infierno por su insaciable sed de ganancias".Sin embargo, y a pesar de ser un devoto confeso, el presidente de Estados Unidos, George W.Bush, no piensa actuar contra las petroleras. Según ha declarado, no gravará con un impuesto las ganancias de estas compañías. Para el presidente, es más importante que ese dinero se reinvierta en investigación y en fuentes alternativas de energía. En Francia, ya se estudian medidas para ayudar a los conductores. El primer ministro francés, Dominique de Villepin, ha declarado que, si el Estado consigue un aumento de la recaudación fiscal con la subida del petróleo a partir de un determinado nivel, la devolverá al consumidor. En nuestro país, no se plantea ninguna reducción de impuestos, pero el Gobierno ha tomado algunas medidas para frenar a las petroleras. En mayo de 2001, el Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) impuso multas millonarias a Cepsa y a Repsol YPF (1,2 y 3 millones de euros, respectivamente) por restricciones de la libre competencia. Sin embargo, las gasolineras independientes aseguran que estos dos grandes grupos no han empezado a pagar. Por eso, el TDC acaba de fijar una multa coercitiva de 3.000 euros por cada día que Repsol YPF se retrase en sus pagos (empezará a aplicarse el próximo 19 de junio).También las estaciones de servicio piensan luchar por su parte. El próximo 25 de mayo han anunciado un cierre en protesta por la falta de competencia en el sector. El mercado se prepara para una subida del precio del barril, pero ésta no vendrá sola. También incrementarán sus tarifas las compañías aéreas, las de transportes... Sin embargo, hay una oportunidad de hacer dinero ante esta subida del “oro negro": invertir en petroleras y, sobre todo, en energías renovables. Ya lo ha hecho el mismísimo Bill Gates: el hombre más rico del planeta y dueño de Microsoft ha destinado 68 millones de euros para una compañía que apuesta por convertir el maíz en combustible.