Renault antepone la rentabilidad a las ventas

El pasado 1 de julio Olivier Murguet se hizo cargo de la división española de Renault. Tres meses más tarde, ya asentado en su nuevo cargo, el directivo se ha encontrado con que Citroën la ha desbancado del primer puesto de ventas en nuestro país. Murguet no da importancia a esta circunstancia y entiende que es consecuencia directa de la nueva estrategia comercial de la compañía, el Plan Compromiso 2009, que sacrifica el liderazgo por la rentabilidad.

El nuevo director general de Renault España tiene claro que sus prioridades de gestión en el mercado español son la calidad del producto y del servicio ofrecido y la rentabilidad de las operaciones, por encima, incluso, del liderazgo de la marca en ventas. Con esta aclaración, Murguet no hace sino reproducir fielmente las consignas del presidente de Renault, Carlos Goshn, para convertirla en la marca más rentable de Europa. En febrero de este año, Goshn anunció un giro radical en la estrategia de ventas de la compañía gala, el Plan Compromiso 2009, con el objetivo de recuperar los resultados de Renault (en el primer semestre de 2006 el beneficio neto de la compañía se redujo en un 25 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior).Básicamente, la estrategia se centra en la venta de los vehículos más rentables y en el abandono de la producción de modelos poco beneficiosos. Como explica el vicepresidente ejecutivo de Planificación Estratégica y Producto de Renault, Patrick Pelata, la cuota normal de mercado de la marca en Europa es del 10 por ciento; mientras que la real era superior. Eso significa que “estábamos presionando al mercado" y, consecuentemente, que “teníamos que acabar con esas prácticas dañinas" para alcanzar la rentabilidad.Las primeras actuaciones en este sentido han llevado a Renault a perder un 8 por ciento de ventas en Europa en lo que va de año. En España, Olivier Murguet espera cerrar el año con 200.000 unidades comercializadas entre turismos y vehículos comerciales, 15.000 menos que en 2005. No obstante, el director general de la filial española asegura que, de esas 15.000, 10.000 corresponderán a ventas a empresas de alquiler, un sector que reporta escasa rentabilidad.

El Plan Compromiso 2009 no estaría completo sin una parte dirigida a la renovación de la gama y otra al recorte de gastos. Así, hasta 26 nuevos modelos y versiones piensa lanzar Renault en los próximos años para subir las ventas. Los esfuerzos productivos no obtendrán recompensa, explica Pelata, hasta finales de 2007, fecha en que el nuevo Twingo, el nuevo Laguna y el primer todo terreno de la marca estén ya en los concesionarios. Asimismo, el ejecutivo declaró que la compañía también se dedicará a fomentar su presencia entre los modelos de gama alta, con un precio superior a los 27.000 euros.

Por último, el plan estratégico de la firma implica una reducción del 12 por ciento en los costes de producción y de otro 14 por ciento en los gastos de compras. Más integración con Nissan y adquisición de componentes en países emergentes son las vías para lograrlo. Esta nueva tendencia de Renault hacia el abandono de producción poco rentable lleva a inevitablemente a una pregunta: ¿Ha sido el Modus un fracaso? Oliver Murguet entiende que no, pese a que es consciente de que estaban previstas unas ventas de 350.000 unidades, que se han quedado en sólo 120.000, casi un tercio menos que, lógicamente, ha tenido su repercusión negativa en la fábrica de Valladolid en forma de recorte de empleos temporales. Según Murguet, el término “fracaso" es excesivo, dado que “es el tercer coche en su segmento en Europa".

Sus palabras contrastan con las de Patrick Pelata, quien ha declarado que “el Modus ha sido un error triste por unas malas previsiones de venta", en un mercado más pequeño de lo sospechado. “La planta de Valladolid", continúa, “lo está pagando cuando no es su culpa". Ahora, Renault se plantea solucionar el problema con el lanzamiento de una versión más larga y, momentáneamente, con la readjudicación de unidades del Clío (el modelo que antes se producía en la cadena de montaje de Valladolid). Fuentes próximas a la compañía Ford, que podría perder 9.000 millones de dólares en 2006, según New York Times, aseguran que los altos directivos de la compañía no apuestan por una alianza con el grupo Renault-Nissan. La llegada de Allan R. Mullaly como consejero delegado parece haber detenido las pretensiones de la compañía de recurrir a la ayuda externa para salir de su crisis. De momento, parece que darán un voto de confianza al nuevo timonel del grupo.