Carlos Ghosn, presidente de la alianza franco-nipona Renault-Nissan, ha asegurado en el Salón del Automóvil de Frankfurt que tienen potencial para convertirse en uno de los tres principales fabricantes del mundo. En 2014, el primer fabricante mundial, según cifras de la OICA, ha sido Toyota, con un volumen de 10,47 millones de unidades fabricadas, al que siguen Volkswagen y General Motors, con 9,89 millones y 9,60 millones de vehículos producidos respectivamente.
Para conseguir dicho ‘podio’, Ghosn señala a su gama de coches eléctricos como uno de los pilares principales de crecimiento. La alianza Renault-Nissan dispone ya de varios modelos cien por cien eléctricos en el mercado, como es el caso del Renault Zoe, del Renault Twizy o del Nissan Leaf. Sin embargo, el CEO del conglomerado automovilístico afirma que este tipo de movilidad ha evolucionado de manera más lenta de lo esperado a causa de la falta de infraestructura necesaria y el poco apoyo de los gobiernos.
El máximo responsable de Renault-Nissan ha recordado que es necesario que las administraciones aumenten las subvenciones para impulsar los vehículos eléctricos, además de señalar que la compañía tendría que vender 500.000 unidades de modelos eléctricos anualmente para que éstos sean rentables.
¿Y qué hay de la conducción autónoma?
Renault-Nissan ya está trabajando en la cada vez más prolífica conducción autónoma. Pero su objetivo es ir aumentando la automatización en los procesos de conducción durante lo que resta de década. No obstante, ésta, afirma, no es su principal prioridad: ‘Un coche sin conductor no es nuestra prioridad, sino que estamos trabajando en tecnología que aumente la automatización en el automóvil que sirva para que el conductor pueda hacer otras acciones mientras está al volante’. Además, Ghosn ha señalado que en este tipo de movilidad hay que definir el grado de autonomía del coche.
Si bien la intención de Renault-Nissan es ir desarrollando de forma progresiva la automatización de sistemas hasta 2020, esta progresión siempre se asociará a la regulación y a la cooperación con otras empresas, proveedores, firmas de software etc. ‘Los fabricantes trabajan por estar en todos los mercados, en todos los segmentos y con todas las tecnologías posibles, por lo que es normal que busquen alianzas y colaboraciones para lograr estos objetivos. Es muy fácil en el papel y muy complicado en la realidad que unos fabricantes colaboren entre sí’, ha apuntado.