Un recorrido por el pasado, el presente y el futuro del automóvil

En España se echaba en falta una exposición de carácter público dedicada al automóvil. Diversas colecciones privadas llenaban este hueco, pero ninguna lo ha hecho como el Museo de Historia de la Automoción de Salamanca (MHAS). Para celebrar que ha cumplido su primer semestre de vida del museo y que se acaba de inaugurar “Diseño, evolución y creatividad" –una exposición no permanente-, decidimos visitar la muestra. Tuvimos la oportunidad, además, de charlar con su principal artífice.

Un recorrido por el pasado, el presente y el futuro del automóvil
Un recorrido por el pasado, el presente y el futuro del automóvil

Demetrio Gómez Planche es uno de los más importantes artífices del Museo de Historia de la Automoción de Salamanca. De hecho, gran parte de la colección de vehículos y prácticamente todos los elementos que acompañan la muestra –fotos antiguas, tarjetas, planos- pertenecen a su familia. Demetrio tiene 81 años, es natural de Salamanca y su vida siempre ha estado ligada al mundo de la automoción. Su abuelo y su padre eran propietarios de un taller mecánico –cuya maquinaria también se puede contemplar en el museo- y ya desde pequeño creció “rodeado de ruedas". Uno de los recuerdos más agradables de su juventud es el premio que le otorgaba su padre cada vez “que hacía algo bien": un viaje a bordo del Auburn de la familia. En Autopista Online hemos tenido la oportunidad de charlar con él y de recorrer la exposición permanente del museo. Este es el resultado.

Autopista Online: El Museo de Automoción de Salamanca, ¿es un sueño?
Demetrio Gómez Planche: Sí. Es un sueño cumplido con creces, con una satisfacción grande de verlo realizado. Tengo la gran satisfacción de haber cumplido con mi sueño en vida. No todo el mundo puede ver cumplidos estos sueños grandes, porque por lo general tardan mucho en realizarse. DGP: Yo sabía que era mucho, pero fue hace treinta años cuando aparecieron mis primeros deseos en prensa, según las crónicas. DGP: Sí. Todas estas cosas un poco importantes cuesta mucho sacarlas adelante. Sobre todo cuando intervienen distintos organismos, porque es muy difícil poder contactar con todos ellos. Hay personas que están muy interesadas y que ayudan mucho, pero luego llega la burocracia y demás y te frena un poco. Poco a poco, se ha ido venciendo todo esto y se ha superado. Y aquí está el museo. “Hace casi treinta años que me marqué una meta: conseguir un museo de automoción para España." DGP: Eso es. Yo tenía claras intenciones cuando empecé con mi modesta colección. Cuando salíamos al extranjero y me preguntaban: Oye, ¿qué museos hay en España? y yo con un poco de vergüenza tenía que contestar que colecciones particulares hay, pero museo no. Yo me sentía con pena y desde entonces me marqué una meta: conseguir un museo en España. Lo difícil es empezar. Ojalá se hagan muchos museos. De hecho, han venido personalidades de ayuntamientos y de juntas a interesarse por cómo hemos conseguido esto, para alcanzar ellos lo mismo en sus lugares de origen. DGP: Trabas de tipo burocrático, porque en general las personas han hecho todo lo que han podido para sacar el proyecto adelante. Crear una fundación, adaptarla a la legislación actual no es complicado, pero se tarda. Habiendo voluntad siempre se encuentran soluciones. La verdad es que en el Ayuntamiento de Salamanca siempre ha habido un gran deseo de que esto saliera adelante. Por desgracia, el dinero es lo fundamental y conseguir dinero no es nada fácil. Sin embargo, gracias a los apoyos de la UE se ha conseguido, también con la colaboración del RACE (Real Automóvil Club de España) que intentó atraer unos fondos de la Comunidad Europea que al final no vinieron. Sin embargo, el Ayuntamiento estaba muy concienciado canalizó los fondos Urban de Salamanca, para empezar a construir el edificio. DGP: Sí, sí. No tenemos espacio para exponer todo lo que tenemos. Tenemos locales que ya se han quedado pequeños y donde hay almacenados unos doscientos vehículos. Pretendemos darle a la muestra un carácter distinto de aquel museo tradicional compuesto por una serie de coches más o menos colocados según circunstancias, pero siempre quietos. La gente que va una vez ya no tiene interés en volver. Si aquí sabe que cada seis meses va a poder contemplar una exposición algo distinta, esto es una atracción. “La idea del museo es que sea una muestra abierta, con un carácter de divulgación. Va a ser un centro con actividades que complementan la colección estática: cursos, charlas, ferias… Queremos que sea un museo didáctico. Que los visitantes aprendan algo." DGP: Sí. Mi cerebro está lleno de recuerdos de la infancia, de coches que fueron y estuvieron y que en algún momento contribuí yo a que desaparecieran porque se desguazaban. Hay una pieza que la tengo entre ceja y ceja, el Auburn Roadster 8 cilindros que tuvo mi padre mucho tiempo. Cuando hacía algo que valiera la pena, mi premio era hacer un viaje en ese coche. Por desgracia, se convirtió en un vehículo de ocho plazas después de la guerra. He visto varios, similares, pero ninguno como ése y lo echo en falta. DGP: Sí. Estoy convencido de que tal y como está enfocado el museo le gusta a todo tipo de personas. Una de las cosas que me ha sorprendido gratamente es el interés que despierta en las mujeres. Señoras mayores vienen, ven y se leen todo y después nos dicen “Pues falta un Iseta o un Citroën tal…". “El automóvil es una obra de arte". DGP: La idea esa escuela de restauración es muy difícil de desarrollar, tenemos que hacer un convenio con el Ministerio de Educación. De hecho, esa escuela es muy importante, pero ni siquiera tenemos espacio. Es difícil hacerlo, porque una persona que sepa de todo es complicado de encontrar (ebanistería, chapista, pintor, carrocero, carpintero…). Es difícil enseñar a hacer esto, porque casi todos estos artesanos ya han desaparecido. DGP: Estamos en ello, es posible que se haga eso muy pronto y también un ciclo de conferencias.