Puntos negros: la velocidad no es responsable

El subdirector de Tráfico, Federico Fernández, dijo ayer que la causa de la mayoría de los accidentes que se producen en los puntos negros no es la velocidad, con lo que no sería útil instalar un radar en uno de esos puntos en los que el origen de la siniestralidad no es este factor de riesgo.

Las carreteras secundarias, a examen
Las carreteras secundarias, a examen

Esta es la argumentación que hacen los responsables de la Dirección General de Tráfico (DGT) al ser preguntados sobre el estudio de la organización Automovilistas Europeos Asociados (AEA) que analiza la incidencia que han tenido sobre los puntos negros de las carreteras españolas la implantación de radares fijos.En el informe se señala que el pasado año se produjeron en los 802 puntos negros de la geografía española 3.289 accidentes con víctimas, con un balance de 134 muertos y 5.269 heridos.Estas cifras, según AEA, suponen un incremento del 6,5 por ciento en el número de siniestros sobre los ocurridos en 2006, en tanto que en la cifra de víctimas apenas hubo variación —5.403 frente a 5.398 del año anterior—. Sin embargo, sí se redujo la de fallecidos, un 21,6 por ciento.El número dos de Tráfico ha insistido en que los radares en los puntos negros "serían eficaces" si la causa de los accidentes que se producen en los mismos fuera la velocidad, pero en la mayoría de los casos, según ha advertido, no es así con lo que colocar un radar en esa zona "no sirve para nada".El año pasado, en los denominados puntos negros murieron 134 personas, el 5 por ciento de los fallecidos en carretera, según Fernández, quien destaca que la inmensa mayoría de los muertos fallecen en tramos de carretera que no son puntos negros.En lo que va de año se ha reducido el 20 por ciento el número de fallecidos con respecto al mismo periodo de 2007 y desde que se pusieron en marcha los primeros radares, según Tráfico, han bajado los accidentes en casi el 40 por ciento."Si solo se hubieran puesto radares en los puntos negros no hubiera tenido ese efecto, porque en la mayoría de los puntos negros la causa de la siniestralidad no es la velocidad", ha incidido el subdirector de Tráfico.Fernández ha insistido en la importancia de respetar los límites de la velocidad, un factor que está en un tercio de los accidentes con muertos, con lo que el año pasado hubieran muerto 900 personas menos si se hubieran respetado la normativa al respecto.Además, ha valorado la implantación de los radares porque su objetivo fundamental es el de "cambiar el comportamiento de los conductores para que respeten siempre los límites de velocidad"."Ese es el motivo de que todos los radares estén señalizados, de que figuren en la página web de la DGT, porque no son para ver si se pilla a alguien, sino para avisar a todo el mundo; los radares se hacen públicos con lo que lo del afán recaudador cae por su propio peso", ha concluido.