Desde ayer y hasta el próximo 31 de agosto, el Ayuntamiento de Madrid comenzará las obras de remodelación en la plaza de la Independencia, que la convertirán en una rotonda normal para facilitar el tráfico de la zona.
Este cambio viene motivado por el aumento de la intensidad del tráfico y los consiguientes atascos que ha sufrido la plaza desde que se abrió el túnel de O’Donell.
Como ha señalado el director de Movilidad del Ayuntamiento, Javier Conde, “el túnel se ha convertido en una pieza fundamental para la circulación en Madrid y gracias a este nuevo cambio se permitirá una entrada más fluida desde la calle Serrano y desde Cibeles".
Durante las obras de mejora, los peatones deberán cruzar por un paso a nivel colocado en la superficie de la calzada. Además, los semáforos y las señales también serán readaptados con el fin de que se ajusten a los cambios y al nuevo funcionamiento de la plaza como glorieta. Todos estos cambios implicarán una inversión de 200.000 euros.
A las obras del bypass sur de la M-30, el túnel de la M-40 con Embajadores y la conexión Estación Sur y M-40, hay que sumar ahora los cortes de las líneas 3 y 6 de Metro. Los vecinos de Arganzuela llevan dos años soportando las obras y aseguran que "vivir allí es insoportable".
“Con el cierre del suburbano, el barrio de Legazpi se ha convertido en una ratonera" afirma Oscar Iglesias, portavoz adjunto del grupo municipal socialista. “Creemos que es necesario que se haga un estudio epidemiológico a los vecinos de la zona, porque los ruidos y la contaminación pueden estar afectando gravemente a los ciudadanos", añadió el portavoz socialista.
Desde el Ayuntamiento se limitan a pedir disculpas por las molestias de las obras que dependen del Consistorio.
Las obras de la M-501 en el tramo con dirección a Pelayos de la Presa, más conocida como “carretera de los pantanos", ha colapsado 840 metros del acuífero que surte a varios pozos de la zona y a la fuente del municipio.
El grupo ecologista “Oeste Desarrollo SOS" ha denunciado estos trabajos, al igual que el Ministerio de Medio Ambiente. Estos últimos se han opuesto a la remodelación de la carretera porque, según han señalado, "se están provocando daños irreversibles en el acuífero y se está desecando el subsuelo de la zona".
Además, el Colegio de Geólogos ha destacado que la red de drenajes de la obra está desembocando en las redes de alcantarillado de las urbanizaciones de la zona, lo que puede constituir un riesgo de desbordamiento de las alcantarillas de las nuevas viviendas.
¿Qué opinas sobre las obras de la M-30? ¿Han merecido la pena?
