General Motors, que comercializa los modelos Chevrolet, Buick, GMC, Cadillac y Opel, y PSA, responsable de Peugeot y de Citroën, mantienen sus respectivas marcas, subrayaron los dos grupos en un comunicado conjunto.
El grupo estadounidense se hará con un 7 por ciento del capital de PSA, lo que le convertirá en el segundo accionista por detrás de la familia Peugeot.
La empresa francesa, por su parte, 'tendrá que proceder a una ampliación de capital con derecho preferente de suscripción de aproximadamente 1.000 millones de euros', según el comunicado.
La propia familia Peugeot, propietarios históricos de PSA, anunció que acudirá a la ampliación de capital con unos 150 millones de euros, lo que constituye 'un testimonio de la confianza en el éxito de la alianza' que hacen con General Motors, señalaron los responsables del acuerdo.
Inicialmente, PSA y General Motors compartirán las plataformas de sus vehículos, componentes y módulos.
A corto plazo se centrarán en los vehículos particulares de pequeño y medio volumen, los monovolúmenes y los cuatro por cuatro.
Posteriormente, prevén desarrollar conjuntamente una nueva plataforma para los vehículos con bajas emisiones de dióxido de carbono, que serán comercializados a partir de 2016.
Además, crearán una empresa conjunta para la compra a nivel mundial de los productos y servicios, con un volumen conjunto de 125.000 millones de dólares, unos 93.500 millones de euros.
Los dos grupos calculan el total de las sinergias esperadas en unos 2.000 millones de dólares (unos 1.500 millones de euros) en los próximos cinco años.
'La alianza sienta las bases de cooperaciones futuras en otros campos de actividad', agregaron.
La alianza estará dirigida por un comité que reagrupará, de forma paritaria, a dirigentes de las dos sociedades.
'Debe quedar claro, es una alianza, no una fusión' y 'se seguirán operando las dos empresas de manera independiente', subrayaron responsables de GM y de PSA en una conferencia de prensa telefónica celebrada tras el anuncio del acuerdo.
La alianza deberá aportar economías a 'escala', especialmente en Europa, señalaron en conferencia de prensa los responsables de ambos grupos.
PSA, cuya deuda neta ascendía a 3.359 millones de euros a finales de 2011, ha visto caer las ventas de sus vehículos nuevos, afectado en parte por la pérdida de músculo de la demanda en Europa.
En el pasado ejercicio logró un beneficio neto de 588 millones de euros de beneficios, una caída del 48 % respecto a 2010, un golpe que el fabricante atribuyó a los malos resultados en Europa.
GM por su parte, no alcanza cotas de rentabilidad en Europa, donde perdió 747 millones de dólares en 2011 (unos 559 millones de euros).
Sin embargo, en el conjunto de sus actividades en 2011, General Motors logró un beneficio neto récord de 7.600 millones de dólares (unos 5.700 millones de euros) gracias a la fortaleza de sus ventas en EE.UU. y China, tan sólo dos años después de una quiebra por la que casi desapareció.
El ministro de Industria francés, Eric Besson, señaló en un comunicado que la alianza será 'favorable para el empleo' y enfatizó que 'PSA seguirá siendo plenamente francesa' porque la familia Peugeot se mantendrá como primer accionista.
La alianza se anunció justo después del cierre de la Bolsa de París, aunque los mercados ya contaban con ella.
Los títulos de Peugeot se depreciaron un 2,11 % en una jornada en la que el indicador selectivo CAC-40 cerró en equilibrio (-0,04 %).
Opel cuenta en España con una planta en Figueruelas (Zaragoza) que emplea a unos 5.760 trabajadores, según los datos proporcionados por el fabricante. PSA Peugeot Citroën, por su parte, cuenta en España con dos centros de producción en Vigo y Madrid que suman unos 8.500 trabajadores. Además, el grupo francés emplea en Argentina a más de 5.400 trabajadores.
