Políticos en campaña: Objetivo dormir en casa

Los dos principales aspirantes a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, han arrancado sus campañas electorales con el objetivo de dedicar un tiempo diario a su vida familiar y dispuestos a cuidar su forma física con una alimentación frugal.

Mantener el contacto personal con la familia en estos días de mítines y continuos desplazamientos por toda la geografía nacional es una de las preocupaciones que comparten Rajoy y Rubalcaba, ambos decididos a dormir en casa el mayor número posible de días, siempre que se lo permitan los compromisos de campaña.

Quien ha renunciado de antemano a este objetivo es el coordinador general de IU, Cayo Lara, que, desde su regreso a la arena política tras las vacaciones de verano, el 29 de agosto, sólo ha pasado un día, el 28 de octubre, por su domicilio familiar, en Argamasilla de Alba (Ciudad Real).

Lara, que desde entonces únicamente ha visto a su esposa un par de veces -y fue ella quien se tuvo que acercar a Madrid-, no tiene previsto regresar a casa hasta una semana después del 20N, por lo que recurrirá al teléfono e internet para mantener el contacto con su mujer y sus dos hijos, como ha hecho desde que inauguró su precampaña.

Las servidumbres de dos semanas con mítines a última hora de la tarde, a menudo en ciudades muy alejadas de la capital española, van a impedir también casi siempre a Rajoy llegar a casa antes de la hora de la cena, pero el líder del PP intentará por todos los medios coincidir con sus hijos en el tiempo del desayuno, antes de que se vayan al colegio.

A Rajoy los aviones le inspiran cuando menos cierto respeto, pero estos días, entregado a tiempo completo a las necesidades de la campaña, se convierte en un usuario modelo de este medio de transporte, que no abandonará hasta el viernes 18.

La dinámica preelectoral le obligará también a reducir sus ejercicios diarios, fundamentalmente marchas a pie y pedaleo en la bicicleta estática, una rutina que cumple el resto del año por la mañana o por la noche, de modo que, si alguna vez no le queda más remedio que renunciar a ella, al día siguiente dobla el esfuerzo.

Procurará en todo caso no perder la forma física y aprovechará para aligerar su dieta.

También Rubalcaba come poco estos días, quizás menos que antes de que comenzara la campaña, aunque la alimentación nunca es una de sus grandes prioridades -pese al habitual ritmo intenso de trabajo- ni en sus desayunos de café con leche con algún bollo ni en sus frugales almuerzos, para los que muy a menudo elige platos de pollo.

Al igual que su principal adversario, el candidato socialista es un gran aficionado a los deportes, pero, aunque recuerda a menudo sus éxitos juveniles en atletismo como especialista en los 100 metros, su único contacto con el deporte será como espectador de televisión, sobre todo a través de su canal temático preferido.

Quien siempre ha tenido fama de cuidarse mucho es el cabeza de cartel de CiU por Barcelona, Josep Antoni Duran Lleida, especialmente después de que hace cuatro años le fuese extirpado con éxito un tumor en el pulmón, un susto desde el que ha abandonado el hábito de fumar puros después de algunos ágapes y suele comer sano: verdura, ensaladas, pescado y fruta.

Pese al aumento exponencial de actividad durante la campaña, Duran -que estos días apenas tiene tiempo de visitar el gimnasio o la piscina- no toma ningún refuerzo vitamínico y sigue con sus rutinas habituales, si bien por prescripción médica y para vigilar su salud cardíaca no puede tomar ni café ni Coca-Cola, según asegura a Efe el propio candidato.

Además de evitar también las comidas copiosas, el cabeza de lista del PNV al Congreso por Vizcaya, Josu Erkoreka, mantiene la forma durante la campaña con la práctica del atletismo y sale a correr todos los días cuando acaban sus compromisos electorales.

Erkoreka desayuna en casa mientras lee la prensa y aprovecha los desplazamientos en automóvil para seguir trabajado con su ordenador portátil y completar la lectura de los diarios con una segunda selección de periódicos que le prepara su equipo.

Desde Vizcaya sigue también las novedades de la campaña gran parte de la familia de la líder de UPyD, Rosa Díez, que recorrerá casi 10.000 kilómetros en estas dos semanas -después de un intenso mes de precampaña- e intentará dormir en su casa de Sodupe siempre que sus actos electorales se lo permitan.

Como diputada en Madrid, Díez está ya acostumbrada a mantener el contacto con su familia gracias al teléfono gran parte de la semana, pero ahora se verá obligada a aumentar la frecuencia de las llamadas a su esposo y sus dos hijos y habrá de esperar al 20N para volver a ejercer en persona su carácter maternal y -algo que le ilusiona especialmente- su recién estrenada condición de abuela.