El PIN de la seguridad vial

El Consejo Europeo de Seguridad del Transporte (ETSC) ha lanzado un nuevo instrumento político para ayudar a los estados miembros de la UE a mejorar la seguridad vial. Se trata del Índice de Eficacia de Seguridad Vial, que compara la actuación de unos y otros en la promoción de la seguridad. España necesita «más y mejor información y coordinación», aseguran.

El PIN de la seguridad vial
El PIN de la seguridad vial

Este Índice de Eficacia de seguridad Vial (llamado “PIN de Seguridad Vial") pretende ser un instrumento político para seguir ayudando a los estados miembros a acelerar el progreso y alcanzar el objetivo de reducir el número anual de fallecidos en las carreteras un 50 por ciento en 2010. Es decir, pasar de las 41.000 muertes anuales por accidente de tráfico a no más de 25.000. Para ello, el Consejo Europeo de Seguridad del Transporte (ETSC) comparará, gracias al Índice de Eficacia, todas las actuaciones en cuanto al comportamiento de los usuarios viales, a las infraestructuras y a los vehículos. Este nuevo instrumento recibe el apoyo económico de la Administración de Carreteras de Suecia y de Toyota Motor Europe.Durante la reunión de expertos en seguridad vial celebrada esta semana en Madrid, Franziska Achterberg, del ETSC, aseguraba que «uno de cada 10 accidentes de tráfico producido en la UE tiene lugar en España». «En total,100 muertes por millón de habitantes, según datos de 2005. Y esto no está ni bien ni mal», concluía. Durante los últimos cuatro años, por ejemplo, Francia consiguió una destacable reducción de muertes por accidente de tráfico del 35 por ciento, seguida de Luxemburgo con un 34 por ciento. En Bélgica, la reducción fue del 27 por ciento. También países como Portugal, Suecia, los Países Bajos, Dinamarca, Alemania y –tal vez- Italia están en camino de alcanzar la meta. Todos ellos han sido capaces de reducir el número de muertes en accidente de tráfico en más de un 20 por ciento hasta 2005. España, con un 19,5 por ciento, podría formar parte de este grupo. Algunos países no han registrado progreso alguno en los últimos años. En Lituania, que posee el peor registro de seguridad de todos, la situación no ha mejorado desde mediados de los 90. Hungría, un país que solía ser uno de los que conseguía mejores resultados en los 90, no se recuperó del brutal aumento de 2002, cuando se incrementó el límite de velocidad general fuera de las zonas urbanas. Polonia no ha experimentado progreso notorio alguno en los últimos años aunque se produjo una mejora en 2005. El éxito, según los expertos, se debe en gran parte a los esfuerzos graduales de los responsables políticos apoyados por otros participantes. Por supuesto, también influyeron factores externos como el cambio de patrones de movilidad.
En Francia, la gestión mejorada de la velocidad, basándose en el nuevo sistema de cámaras, contribuyó a una reducción total del número de accidentes mortales del 75 por ciento entre 2002 y 2005. Desde 2003 hasta 2005, la proporción de vehículos que circulaban sobrepasando el límite legal en 10 Km/h o más descendió de un 35 a un 20 por ciento. La velocidad media descendió en 5 km/h.
En Holanda, el número de conductores con tasas elevadas de alcohol se redujo en cuatro años de 4,1 por ciento al 2,8 por ciento. En dos años, gracias a las campañas de alcohol, se salvaron 14 vidas.
En Luxemburgo se introdujo un sistema de penalización por puntos a finales de 2002. Aún quedan otras medidas pendientes en el Parlamento, como la revisión de sanciones para infracciones viales más graves y la introducción de “tolerancia cero" en cuanto a drogas a la hora de conducir. También se ha registrado un descenso en el límite legal de alcohol en sangre de un 0,8 a un 0,5 por ciento; y la recomendación a todos los usuarios viales a encender las luces durante el día entre octubre y marzo.
Y en Portugal, todos los actores pertinentes se pusieron de acuerdo por primera vez en 2003 en un Plan Nacional de Seguridad Vial. La aplicación de las normas existentes se endureció, especialmente el exceso de velocidad. En 2003, España estaba muy por encima de la media europea en muertes por accidente de tráfico. El Plan Estratégico de Seguridad Vial Español establece como objetivo general la reducción del 40 por ciento de los fallecidos en accidente de tráfico, en el periodo 2004-2008, tomando 2003 como año base de referencia para dicho cálculo, según ha explicado la directora del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, Anna Ferrer. La velocidad
En 2005, la velocidad media en España fue de 116,7 km/h, mientras que en 2006 fue de 114,5 km/h, lo que supone una reducción de 2 km/h. Este descenso de la velocidad «supone una reducción de los accidentes mortales en un 20 por ciento», según explicaba Pilar Zori, jefa del Servicio de Estadística del Observatorio Nacional de Seguridad Vial. El alcohol
El número de controles preventivos de alcoholemia aumenta considerablemente a partir de 2003. El porcentaje de positivos en pruebas preventivas de alcoholemia en carretera fue de 2,5 en 2005. Y el porcentaje de conductores fallecidos en 2004 que fueron analizados con alcoholemia positiva fue de 29,4 por ciento. El cinturón de seguridad
La tasa del uso del cinturón en el año 1995 era del 56,7 por ciento. Diez años después, la tasa ascendió a 74,2 por ciento. Los últimos datos recogidos por la DGT de agosto de 2006 cifran esta tasa en 84,4 por ciento. «Los datos son esperanzadores, aunque el uso del cinturón en zona urbana y en los asientos traseros sigue siendo muy bajo», analiza Pilar Zori. Tras analizar todos estos datos, Franziska Achterberg apuntaba a que el «objetivo de España está en línea con el de la UE». En el turno de preguntas y sugerencias, el director de la Asociación Española de la Carretera, Jacobo Díaz Pineda, solicitaba a la DGT «mayor colaboración para solucionar el problema de las carreteras secundarias donde se produce el 73 por ciento de los accidentes de tráfico». Mar Cogollos, directora de ASLEME, mostraba su preocupación por «aquellos conductores que pierden los puntos y siguen conduciendo». Cogollos pedía en su intervención mayor presencia policial, una tramitación de las denuncias más ágil y la reforma del Código Penal lo antes posible, «aunque creo que no se llegará a aprobar en esta legislatura». Por último, el director general de Tráfico, Pere Navarro, concluía que en España es necesaria «más y mejor información, coordinación, datos e indicadores» para lograr los objetivos.