Los peligros de la alergia

Estornudos, tos, picor de ojos... la primavera ya está aquí. Muchos conductores se enfrentan en las próximas semanas a su peor pesadilla: circular en una época del año en la que sus facultades físicas están muy debilitadas. Y cada vez son más. No te pierdas nuestro reportaje y entérate de cómo prevenir los efectos de la alergia durante la conducción. Tú puedes ser el próximo paciente.

Los peligros de la alergia
Los peligros de la alergia

Todo aquel que padezca los efectos de la alergia que se vaya preparando. Especialistas de todo el mundo auguran unas próximas semanas particularmente duras para los más de ocho millones de alérgicos que actualmente habitan en nuestro país. El calor y las abundantes lluvias caídas en las estaciones de otoño e invierno, unidas a los niveles de ozono y a la contaminación causada por el humo de los coches, están provocando ya una intensa concentración de gramíneas. Tampoco el frío de los últimos días ha beneficiado en nada, ya que el brusco cambio climático provocará reacciones todavía más violentas.Especialmente preocupante es la situación que se nos presenta a los conductores. Somos muchos los automovilistas que, aunque sólo sea en algún momento, padecemos los síntomas de la alergia en esta época del año. Sin embargo, muchas veces no somos conscientes del riesgo al que nos exponemos: un simple estornudo o un leve picor de ojos pueden ocasionarnos la pérdida del control de nuestro coche. De hecho, estudios europeos aseguran que el 2 por ciento de los accidentes de tráfico mortales y casi un 5 por ciento de los siniestros con heridos están asociados a esta enfermedad.Aunque los alérgicos son, fundamentalmente, quienes deben ser más conscientes del peligro que supone padecer estos síntomas al volante, nadie puede pasar por alto un problema que ya afecta al 20 por ciento de la población. Pero, ¿qué es en realidad la alergia? Según los expertos, no es ni más ni menos que la reacción equivocada de nuestro organismo ante un agente externo, como por ejemplo el polen de las plantas. Y, ¿cómo afecta a la conducción? Con una serie de manifestaciones que disminuyen nuestra capacidad de atención al volante. Las más peligrosas son las siguientes:La nariz es una de las partes de nuestro cuerpo más afectada por la alergia. El bloqueo nasal, el picor o el cosquilleo en esta zona produce estornudos en cascada que pueden llegar a más de 5 por minuto. Esta acción, tan habitual en la mayoría de la población (incluso en las personas no alérgicas), impide dominar el vehículo durante unos segundos. Tanta es su peligrosidad para la conducción que, según los estudios, un único estornudo en un conductor que circula a 90 km/h le impide controlar su vehículo durante al menos 25 metros; y, si el coche circula a 120 km/h, una sucesión de más de 15 estornudos impediría su manejo durante más de 650 metros. Igualmente, un conductor que tenga habitualmente que sonarse la nariz cierra los ojos con cierta frecuencia, por lo que carece del completo dominio de la situación. Los ojos es otra de nuestras zonas más sensibles. En primavera, el picor de ojos se convierte en una rutina para todos los alérgicos. El problema es que el afectado puede frotárselos, lo que provoca enrojecimiento, tumefacción, fotofobia y lagrimeo. Todas estas reacciones disminuyen la facultad de visibilidad del conductor, con el consiguiente riesgo que implica para la circulación. No hay que olvidar que el 90 por ciento de la información que necesitamos para conducir la percibimos a través de los ojos. Los episodios de asma son menos habituales, pero no por ello menos peligrosos. Al contrario, la tos paraliza prácticamente al conductor y le impide controlar cualquiera de los elementos del vehículo. Esta reacción, aunque surge en principio en aquellos pacientes más afectados por la alergia, es cada vez más frecuente entre la población española. Hasta un 30 por ciento de las personas que padecen rinoconjuntivitis por sensibilización al polen llegarán con el tiempo a desarrollar esta enfermedad, según los estudios médicos. Además, y por si fuera poco, estos síntomas no son los únicos que dificultan la conducción. La alergia en sí misma es una de las enfermedades crónicas que más afectan a la calidad de vida de los pacientes. En total, un 15 por ciento padece depresión, mientras que un 75 por ciento tiene problemas de sueño. Los especialistas médicos aconsejan no conducir en estas condiciones.Los medicamentos también representan un grave riesgo para la circulación en carretera. La mayoría de las personas alérgicas ingieren, para calmar los efectos de la primavera, una serie de fármacos que provocan una importante pérdida de facultades al volante. En Estados Unidos, por ejemplo, un suceso obligó a la Agencia Nacional del Transporte a tomar cartas en el asunto e identificar el consumo de estos fármacos como origen de más de 100 accidentes. Todo ocurrió cuando un autobús de pasajeros volcó en Pennsylvania en 1998. Las autoridades norteamericanas confirmaron que la causa del accidente, que provocó la muerte de 7 personas, fue el estado de somnolencia en el que cayó el conductor del vehículo tras tomar un antihistamínico. Sucesos como éste, asociados a la alergia, pueden evitarse fácilmente siguiendo determinadas conductas y consejos. No es para tomárselo a broma: dentro de veinte años, esta enfermedad afectará al 50 por ciento de la población y, según los especialistas, 7 de cada 10 pacientes desconocen absolutamente el riesgo que la alergia representa para la conducción.