Una película destapa la cara más oscura de la industria

“¿Quién mató al coche eléctrico?" Hollywood investiga qué pasó con el EV-1. A lo Agatha Christie, llega a sentar en el banquillo a George Bush, a las petroleras, a los defensores de los híbridos, incluso a la mismísima General Motors.

Una película destapa la cara más oscura de la industria
Una película destapa la cara más oscura de la industria

Lo tenía todo: prestaciones récord, bajo coste y contaminación cero. Era el coche del futuro, pero pronto quedó en el olvido. El EV-1 fue creado en los años 90 por General Motors. California acababa de crear una ambiciosa legislación anticontaminante y este vehículo eléctrico se presentaba como la solución a todos los problemas. Tenía dos plazas, alcanzaba los 200 km/h y se recargaba en casa por tan sólo tres dólares. Salió al mercado en 1996 y se distribuyeron más de 1.000 unidades, la mayoría por el sistema de leasing. Sin embargo, seis años más tarde, “la flota había desaparecido", apunta Chris Paine, el creador de “Who killed the electric car?". Así arranca esta nueva película documental, con un “asesinato" en toda regla. “La verdad detrás del abandono del coche eléctrico se parece al desenlace espectacular del ‘Asesinato en el Orient Express’ de Agatha Cristie: varios sospechosos, que cada uno, a su turno, va empuñando su cuchillo", asegura Paine. En “Who killed the electric car?" se entrevista a ingenieros, políticos, asociaciones, analistas e incluso a los dueños de estos vehículos. ¿Sabías que el actor y director Mel Gibson es uno de sus defensores?El primer “acusado" es –cómo no- el mismísimo George W.Bush y toda la administración republicana. Indagan en sus lazos –incluso familiares- con las petroleras y en cómo presionó para que se anulara la denominaba “directiva de emisión cero". Las petroleras tampoco se salvan y, con ellas, los defensores de otras energías “pseudolimpias", como los coches híbridos o de hidrógenos. No te pierdas la página oficial de la película (“Who killed the electric car? "), donde se compara cada uno de estos vehículos con el EV-1.Incluso General Motors, creadora del EV-1, se sienta en el banquillo: está acusada de hacer un doble juego. Han entrevistado a antiguos portavoces e ingenieros de la compañía y se llega a la conclusión que dejaron morir a su hijo pródigo: “Sin motor, no necesitaba aceite, no tenía filtros ni bujías", era toda una pérdida para la industria de los coches y sus diferentes filiales, aseguran. Además, nada más firmar la “sentencia de muerte" del EV-1, GM empezaba a montar los todo poderosos Hummer.

Muchos se preguntan por qué el presidente de Estados Unidos, miembro del clan de petroleros Bush, defiende este tipo de automoción ecológica. El Partido Demócrata lo ha llegado a acusar de crear una “cortina de humo" para que la opinión pública no vea cómo autoriza la perforación petrolífera en zonas protegidas como Alaska. Otros aseguran que, ante todo, pretende que el hidrógeno se cree a partir de hidrocarburos, por lo que no se acabará la dependencia del petróleo.
¿Qué intereses hay detrás de los coches de hidrógeno?