Aprovechando una jornada con distintos medios de comunicación, Opel ha explicado cuáles han sido los pasos que se han dado en su integración con el Grupo PSA, cuáles están siendo los primeros resultados y qué esperan de un futuro en el que la electricidad tiene mucho que decir de cara a los próximos años.
En la planta de Rüsselsheim, Alemania, hemos tenido la oportunidad de conocer los primeros datos que han surgido de la compra de Opel por parte del Grupo PSA. De momento, los datos económicos tienen más que ver con las previsiones que con lo realizado hasta ahora, especialmente porque de esto último se ha guardado silencio, más allá de que la marca se ahorrará hasta un 50 por ciento del coste del nuevo Corsa al ser construido dentro del grupo francés.
Entre los planes a largo plazo, 2022 se ha señalado en rojo como el año en el que Opel pretende ser plenamente rentable. En este caso hablamos de un 2 por ciento, una cifra que quieren hacer crecer con el paso del tiempo hasta alcanzar el 6 por ciento de rentabilidad en 2026.
Pace!, el plan estratégico que hará crecer a Opel
Apenas unos pocos meses después de su compra, el Grupo PSA anunció la llegada del Plan Pace! a Opel. Este plan estratégico consiste en una serie de medidas que tienen como principal objetivo el ahorro de costes, integrar a la marca dentro de la estructura del resto del grupo e incorporar una oferta mecánica eléctrica eficiente y atractiva.
Lo primero, como es lógico, ha sido la adaptación de los desarrollos de los nuevos modelos a las plataformas del grupo. Lo mismo ha sucedido con las familias de los motores. Así, se ha pasado de las 9 plataformas y 10 familias de motores (acompañadas de otras 12 familias de transmisiones) a 2 plataformas y 4 grupos de motores.
Los resultados, como no pueden ser de otra manera, son obvios. El mejor ejemplo es el Opel Corsa, con un ahorro en los costes del 50 por ciento. A eso le sumamos que de media, la plataforma produce el 60 por ciento del gasto en un coche, lo que convertirá a la firma germana en una marca que necesitará mucho menos dinero invertido para la fabricación de sus productos.
Logísticamente las consecuencias también son evidentes. Las cinco marcas del grupo (Citroën, Peugeot, DS, Opel y Vauxhal) pueden fabricar sus coches indistintamente de la planta de la que hablemos y compartirán una buena parte de sus elementos. De la plataforma CMP, pensada para los coches más pequeños del segmento C e inferiores, saldrá el nuevo Opel Corsa y eCorsa, su versión eléctrica, pero también el futuro Peugeot 208 o los SUV más pequeños del grupo, como ya lo ha hecho el Citroën C3 Aircross. La plataforma EMP2 dará cobijo a los vehículos del segmento C en adelante, por lo que todos los SUV mayores del Peugeot 3008 o del Opel Grandland X utilizarán esta plataforma. Lo mismo sucede con el Peugeot 508 o el futuro Insignia.
Electricidad y combustibles alternativos
En cuanto a las motorizaciones, como hemos dicho, las 10 familias con las que contaba Opel hasta ahora se van a reducir a 4 y se dará gran importancia a la electrificación de las unidades, pero también al Diesel y su nuevo motor 1.5 BlueHDI o un cuatro cilindros de gasolina que tomará como base los PureTech de aluminio y se extenderá al resto del grupo.
El objetivo es ofrecer cuatro coches electrificados en 2020. Conocemos los planes para que el Opel Corsa cuente con una opción totalmente eléctrica en dicho año y que el Opel Grandland X aparezca con un acabado de híbrido enchufable. Los otros dos modelos quedan en el aire. Además, para 2024 esperan poner en el mercado una versión electrificada de todos y cada uno de sus modelos, para que el cliente tenga una opción siempre más eficiente y menos contaminante.
Pero, como decimos, el desarrollo de los motores Diesel no se va a quedar desfasado. El Plan Pace! pretende cumplir con la normativa Euro 6d antes de la fecha límite, ofreciendo uno de los bloques más limpios del mercado. Para conseguirlo, el nuevo bloque 1.5 BlueHDI tendrá mucho que decir y podrá ser incorporado en cualquier modelo de la plataforma EMP2.
Con todo ello, Opel sigue insistiendo en que el hidrógeno es uno de los combustibles del futuro. En la presentación recalcaron en diversas ocasiones que cuentan con más de 20 años de experiencia en la construcción de vehículos movidos por pila de combustible, que se han reducido los tiempos de recarga y que se han conseguido mejoras en la autonomía, la presión del hidrógeno y la seguridad. Y los alemanes aseguran que el hidrogeno formará parte de su estrategia en el futuro, a pesar de reconocer que hay que seguir rebajando sus costes y aumentar los puntos de recarga. Entre 2006 y 2016 en Alemania sólo se construyeron 50 estaciones de recarga. Esperan 100 para 2020. En España sólo hay 6 a día de hoy. Veremos hasta qué punto la apuesta por la pila de combustible es realmente firme.
Asientos, combustibles alternativos, eCorsa…
En cuanto al rol que jugará Opel dentro del Grupo PSA, la marca ha querido dejar claro que la sinergia es una fórmula en la que todas las firmas se beneficiarán del saber hacer individual de cada una de ellas. De esta manera, si bien Opel ha asumido el uso de las plataformas de Citroën, Peugeot y DS, los germanos también surtirán al grupo de sus fortalezas, como la fabricación de asientos, referentes mundiales constatados al fabricar hasta ahora el 80 por ciento de los mismos de General Motors.
En cuanto al papel de las fábricas, los germanos han querido calmar las aguas movidas por la renegociación de más de un millar de contratos. Todas las plantas seguirán estando operativas (con la ventaja de que en cualquiera de ellas se podrán fabricar Opel y Vauxhal, pero también Citroën, Peugeot y DS) y se destacó la importancia de Figueruelas en Zaragoza, que sacará adelante al primer Opel Corsa eléctrico, y de Rüsselsheim, planta que tendrá como bandera la fabricación de asientos y el desarrollo de las motorizaciones más modernas y eficientes, pero también se encargará de la organización y del centro de diseño.
Sin perder el ADN de Opel
Todo lo anterior no significa que Opel vaya a dejar de ser Opel. Los alemanes tienen muy claro que su filosofía debe estar claramente delimitada y por ello hicieron mucho hincapié en la fiabilidad de la mecánica alemana y su fama. Pero, además, también destacaron otros dos pilares sobre los que quieren sustentar su crecimiento.
En Opel quieren que sus coches sean prácticos y polivalentes, ofreciendo la mejor alternativa a los consumidores en lo que se refiere a comodidad, pero también en referencia a la eficiencia y limpieza de sus motores. Y con ello, tampoco quieren limitar la deportividad en sus modelos y nos aseguraron que la electricidad no está reñida con la diversión. El Grandland X híbrido enchufable, por ejemplo, esperan que acelere de 0 a 100 km/h en apenas 7 segundos.
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