El PP quería inaugurar las cuatro radiales de peaje antes de las próximas elecciones generales (14 de marzo), pero no podrá ser. Varios problemas –expropiaciones de terrenos, hundimientos, etc.- han retrasado más de dos años el estreno de la R-3 y la R-5, que entrarán hoy en funcionamiento. La última de estas vías de pago, la R-4, no acogerá vehículos hasta mediados de este ejercicio.
Con estas carreteras, se pretende descongestionar las entradas y salidas a Madrid en las horas punta, aunque son muchos los escépticos. La R-2, que une Guadalajara con la capital, empezó su andadura hace cuatro meses y varios experimentos (como el que realizamos en Autopista Online, que encontrarás bajo estas líneas) demostraron que el ahorro de tiempo anunciado no era tal. Sin embargo, la concesionaria de estas radiales, Acceso a Madrid, asegura lo contrario. El consorcio, que ha construido y gestionará las nuevas carreteras durante los próximos 50 años, calcula que más de 260.000 vehículos emplearán estas vías rápidas; es decir, uno de cada tres automóviles que, hasta ahora, utilizan la N-III (carretera de Valencia) o la N-V (Extremadura). La compañía, formada por FCC, ACS, Acesa, ENA, OHL, Sacyr y Caja Madrid, cree que, en un trayecto completo, cada usuario ahorrará una media de 45 minutos en hora punta (17 horas menos en el coche cada mes). Además, gastará dos euros diarios menos –44 mensuales- en carburante.Acceso a Madrid ganó la concesión de la R-3 y la R-5 por 727 millones de euros. Con estas vías, se tratará de absorber el tráfico en el área exterior de la capital, que, hasta 2006, se calcula que crecerá en medio millón de vehículos, aumentando los trayectos en automóvil un 39 por ciento. El proyecto ha creado 17.000 empleos directos e indirectos, mientras que se ha realizado una inversión (en las radiales y en el eje del aeropuerto de Barajas) de 2.400 millones de euros, unos 480 por cada madrileño. José María Aznar, presidente del Gobierno, Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, y el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, inaugurarán hoy las nuevas radiales. Los conductores podrán emplearlas sin detenerse, gracias al telepeaje. Este dispositivo electrónico, en el que se han invertido 18,5 millones de euros, permite realizar el abono de la tasa en marcha, un método que podría aplicarse a todas las vías de pago de España. De los 281 kilómetros de autopistas que contempla el proyecto, serán de peaje 188. El resto corresponde a la M-50 (mantenida y gestionada por las concesionarias de las cuatro radiales) en la que hoy entrarán en funcionamiento 12 nuevos kilómetros. Se trata de la única carretera gratuita entre las que hoy se inauguran.La R-3, con un presupuesto de 295 millones de euros, tiene una longitud de 33,1 kilómetros. Su trazado comienza en el eje de O’Donnel y atraviesa los términos municipales de Rivas, Mejorada, Vicálvaro, Cañada Real, Velilla de San Antonio, Loeches y Arganda del Rey.
La R-5 (con 31,3 kilómetros y una inversión de 241,1 millones de euros), parte de la M-40 y finaliza en el kilómetro 35 de la carretera de Extremadura, tras pasar por Móstoles, Fuenlabrada, Arroyomolinos, Moraleja y Navalcarnero. Los conductores no creen que la R-5 solucione los atascos que sufre la carretera de Extremadura, la más congestionada de todas las que llevan a Madrid. Las retenciones en esta vía están aseguradas a cualquier hora, por lo que son pocos los que piensan que un nuevo camino (de pago, además) vaya a resolver sus problemas.
Según las previsiones, la nueva radial captará el 35 por ciento del tráfico de la N-V. La futura autopista de peaje a Toledo también saldrá de esta carretera. Hasta ahora, esta vía no se había abierto (pese a estar prácticamente terminada desde diciembre) debido al retraso en las obras de la M-50. El tramo oeste de esta carretera, aparejado a la adjudicación, debía estar operativo obligatoriamente antes de la entrada en funcionamiento de las calzadas de la radial.Las tarifas que tendrán que pagar los conductores oscilarán entre los 2-3 euros dependiendo de las horas punta o valle. En cualquier caso, la concesionaria ha anunciado que establecerá descuentos de hasta un 50 por ciento por uso habitual.Los alcaldes socialistas de las localidades por las que discurre el trazado de las radiales han anunciado que no acudirán a la inauguración de estas vías, pues consideran que se han hecho “a espaldas de los ayuntamientos" y que no resolverán el caos de tráfico. De hecho, 10 ediles (los de Alcorcón, Chinchón, El Álamo, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Mejorada del Campo, Morata de Tajuña, Parla y Velilla de San Antonio) han denunciado “la falta de un plan integrado entre el Gobierno regional y el Ministerio de Fomento en materia de movilidad y transporte interurbano para la región". En un escrito, anuncian que estas vías responden a la filosofía del PP de “pague para ir a trabajar" y que el peaje “encarece injustamente los desplazamientos de los vecinos y los discrimina según su lugar de residencia".El Consejo de Ministros decidió, el pasado mes de septiembre, cambiar la denominación oficial de las carreteras para ajustarla a la normativa europea. Sin embargo, los nuevos nombres, en muchos casos, no tienen nada que ver con los antiguos, lo que lleva a los automovilistas a confusión. Por si fuera poco, hay veces que una misma vía puede llamarse de cuatro formas distintas (el nombre antiguo, si aún no ha sido cambiado en los mapas oficiales, la nueva designación, su nomenclatura –si tiene un tramo de peaje- y su denominación europea), con lo que el caos, a menos que se conozca perfectamente el camino, está garantizado.En líneas generales, las autopistas de acceso a la ciudad (no las nacionales, sino las antiguas regionales) emplean ahora el código de la provincia, seguido de un número de dos dígitos. Las circunvalaciones –M-30, M-40…-, las nacionales con un solo carril por cada sentido y las vías que dependen de la Comunidad de Madrid (M-45, M-607) permanecen invariables.
Las autopistas y autovías se llaman sólo A y, si son de peaje, añaden una P. Sin embargo, las radiales de pago son la excepción que confirma la regla y mantienen su nombre (R-2, R-3…).
Estas explicaciones pueden complicarse aún más si tenemos en cuenta la denominación empleada para las carreteras de la Red del Estado que conectan con Portugal y Francia. Éstas comienzan por la letra E, lo que da lugar a que una misma vía se llame de dos maneras (A-2 y E-90, por ejemplo), explica el diario “El País". En el siguiente cuadro, elaborado por el periódico, encontrarás los principales cambios:
A-1: Carretera de Burgos, antigua N-I.
A-2: Carretera de Barcelona, antigua N-II.
A-3: Carretera de Valencia, antigua N-III.
A-4: Carretera de Andalucía, antigua N-IV.
A-5: Carretera de Extremadura, antigua N-V.
A-6: Carretera de La Coruña hasta Villalba (después, se convierte en la AP-6 hasta Adanero), antigua N-VI.
AP-41: Futura carretera de peaje entre Madrid y Toledo.
A-42: Antigua N-401, que lleva a Toledo.
M-11: Autovía que lleva desde la M-40 al aeropuerto, antigua A-10.
M-12: Futura autopista que unirá la M-40 con la A-1.
M-13: Futuro eje este-oeste del aeropuerto de Barajas. Será de peaje.
M-14: Nuevo acceso al aeropuerto de Barajas desde la A-2, antigua M-110.
M-21: Variante de la A-2, futura conexión entre la M-40 y la M-50.
M-22: Autovía entre la A-2 y la M-21, antigua N-100.
M-23: Conexión entre la M-30 y la M-40 con la nueva R-3.
M-31: Nuevo eje por el sureste, que conectará la M-40 y la M-50.
