De Frutos, que hizo estas declaraciones en una rueda de prensa para informar de los datos de siniestralidad en 2006, añadió que "en el precio del seguro lo que influye es fundamentalmente el número de siniestros y la cuantía de la reparación de los vehículos o la gravedad de las lesiones y como consecuencia, las correspondientes indemnizaciones". En cualquier caso, añadió De Frutos, el sector asegurador "se felicita" de que nuestro país haya sido capaz de cumplir con los plazos que establecía la directiva comunitaria para incorporar esta nueva normativa a nuestro derecho, aunque "nos habría gustado que la apuesta hubiera sido más decidida" en cuanto a la mejora de la cobertura del seguro del automóvil. De Frutos se lamentó de que el texto definitivo de la Ley de responsabilidad civil y seguro en circulación de autos, aprobada el jueves en el Pleno del Congreso, no incluyera finalmente una enmienda procedente del Senado que pretendía elevar a 85 millones de euros el importe máximo de la cobertura del seguro obligatorio de automóviles. De esta forma, explicó, se cubrían también aquellos casos excepcionales en los que se producen daños materiales que quedan sin cubrir por parte del seguro obligatorio. A modo de ejemplo, citó un accidente ferroviario que se produjo en el Reino Unido cuando un automóvil cayó a las vías y provocó el descarrilamiento de un tren y su posterior choque con otro tren, ocasión en la que no hubo apenas daños personales pero sí unos elevadísimos daños materiales, que alcanzaron los 48 millones de euros, "que hubieran quedado plenamente cubiertos con nuestra propuesta".
En cambio, con las cantidades aprobadas el jueves, 70 millones de euros por siniestro para daños a las personas y 15 millones para daños materiales, el conductor responsable hubiera tenido que responder con su patrimonio hacer frente a la diferencia entre los 15 millones que cubre el seguro y los 48 que costó el siniestro o bien tener contratadas coberturas adicionales.
En cualquier caso, y más allá de esta contingencia, finalmente tenemos nuestra ley adaptada a las normativas comunitarias, lo que constituye una nueva oportunidad para modernizar el sector asegurador y el seguro obligatorio y sitúa a España como uno de los países con coberturas obligatorias más altas, dijo.
