Navegar sobre ruedas

A estas alturas resulta ridículo negar la importancia de Internet en nuestro mundo. Su influjo se ha extendido ya a todos los ámbitos de la sociedad y los coches no se han quedado fuera. Al principio, lógicamente, fueron los coches los que entraron en la Red, ahora es la Red la que se sube a ellos.

Y ya que los coches corren por Internet, por qué no llevar la Red al interior de los coches. Ese reto propio de "El coche fantástico" ya es una realidad. Al principio, por los costes, sólo se equiparon automóviles de lujo con estos dispositivos. Hoy, empieza a ser común la incorporación de las nuevas tecnologías a los habitáculos de cualquier coche. Hace muy pocos días, Citroën presentó su Xsara Windows, un turismo equipado para navegar en Internet. Para fabricarlo, la marca francesa ha contado con la colaboración de Microsoft y Clarion. El coche es capaz de conectarse a la Red y utiliza un reconocedor de voz para ejecutar los comandos de navegación. Ésta es la base del coche con Internet. Necesita algún mecanismo de comunicación, como una conexión GSM igual que las utilizadas para los teléfonos portátiles. Algunas experiencias utilizan la incipiente Internet inalámbrica y otros mecanismos, pero en realidad todo es lo mismo: transmisión de datos digitalizados a través del aire. Después, como un teclado resultaría muy incómodo y peligroso para el conductor, hay que diseñar mecanismos de navegación.De momento, las pantallas no están a gran altura, pero algunos prototipos, como el Ford 24-7 montan salpicaderos que integran monitores de gran tamaño en los que se pueden leer tanto los datos del coche como los de Internet. Para moverse a través de las pantallas no hay ratones, con lo que los ingenieros han aguzado el ingenio. Los sistemas de reconocimiento de voz permiten al conductor hablar al ordenador. Las máquinas recogen la orden y la procesan automáticamente. De momento, al igual que pasa con los teléfonos móviles, las posibilidades de navegación son escasas. La Internet sin hilos no está muy desarrollada y, como mucho, se puede trabajar con el correo electrónico y recibir datos como las cotizaciones de Bolsa y el estado de las carreteras. Pero seguramente en breve se podrá navegar sobre ruedas sin ningún problema. ¿Opciones? Infinitas. Búsqueda de alojamiento, de teléfonos, reserva de mesa en un restaurante, reparación de averías on-line... Todo lo que se le ocurra al viajero. Ford ya incorpora con éxito la técnica del reconocimiento de voz para navegar en su Galaxi@first, modelo presentado en España durante el pasado Salón del Automóvil de Madrid. BMW anuncia que sus próximos 750iL y Z8 dispondrán de estas opciones. Junto con los navegadores, los coches van incorporando la informática al más alto nivel. Ya es frecuente encontrar vehículos que pueden ser guiados por el sistema de satélites GPS. Estos coches se sitúan en el globo terráqueo gracias a los satélites y luego cuentan con mapas de carreteras en CD de los que extraen las rutas más útiles para el conductor. En la última hornada de modelos ya se introducen monitores en cualquier rincón de su habitáculo y es posible leer DVD, vídeo en CD, descargar archivos MP3, juegos... Con el paso de unos pocos años más, estaremos hablando de coches que son guiados por los ordenadores en contacto con satélites o con sensores en los bordes de las carreteras. Mientras ese ordenador rodante viaja, el conductor, o como se llame entonces, podrá relajarse y ver una película o chatear con otros conductores que circulen en sus coches por otro punto del globo.