La movilidad entre cuatro paredes

El automóvil significa, desde la raíz de su propio nombre, movimiento, desplazamiento, aceleración, circulación… Por ello, parece que un montón de cacharros dispuestos uno tras otro y ¡parados! entre cuatro paredes tiene poco fundamento.

Pese a que nuestro país no dispone de un museo nacional del Automóvil, como sería de esperar, iniciativas privadas han hecho que esta necesidad cultural quede, más o menos, cubierta por museos y colecciones como las de Salvador Claret, en Barcelona; la Fundación Barreiros, en Madrid; el Museo de la Moto Clásica, en Hervás (Cáceres); el Museo del Transporte de Cataluña… No obstante, hace unos años se habló de la creación de un museo del automóvil clásico en la capital española. Según la revista especializada en el tema, Motor Clásico, la Comunidad de Madrid estaba estudiando la viabilidad del proyecto. En principio, se trataría de una exposición compuesta por préstamos procedentes de los principales coleccionistas de vehículos clásicos del país. Puede ser considerado como el único museo español en toda la regla. Se trata de un fondo de ciento cuarenta automóviles y ochenta y cinco motocicletas que forma parte de la red de museos técnicos del Museo de la Ciencia y de la Tecnología de Cataluña. El primer vehículo que adquirió Salvador Claret , en los años 50, fue un Ford T de comienzos de siglo, que restauró y utilizó a diario para uso privado. Éste sólo fue el comienzo de una muestra que cuenta en la actualidad, entre otros, con un Hispano Suiza T16, un Rolls Royce Silver Ghost, un Ford A, un Borgward Isabella TS, un Alfa Romeo RLSS, etc. La exposición permanente está ubicada en la localidad catalana de Sils y se puede vanagloriar de ser el primer museo que se dedica, exclusivamente, al mundo del automovilismo en nuestro país. Según fuentes del propio museo, reciben al año unas 25.000 visitas y no todas desde España. La localidad madrileña de Valdemorillo acoge el Museo Eduardo Barreiros, otra de las muestras privadas más importantes de nuestro país. En esta exposición se pueden contemplar los motores Diesel por los que el industrial gallego se hizo más famoso y los modelos Simca 1000 de 1969 o el Simca 1000 GLE de 1965, que equipaban propulsores “dieselizados" por el ingeniero que da nombre a la fundación. La exposición dispone de una réplica del famoso “El Abuelo", un camión todo terreno de uso militar que se presentó y ganó un concurso del Ejército portugués. La importancia de este industrial se plasma mediante objetos personales de Eduardo Barreiros y de su familia, además de los vehículos ya mencionados y de otros tantos. Aunque no se dedique a los vehículos de cuatro ruedas, hay que destacar en este repaso por los mejores museos de España el de la Moto Clásica, ubicado en la localidad cacereña de Hervás. El fundador de esta exposición permanente es Juan Gil Moreno, que ha reunido en el museo varias decenas de motos, casi todas de origen español, como algunos modelos Bultaco, Ossa o Montesa. Una de las pocas iniciativas gubernamentales de creación de un museo oficial ha sido de mano de la Generalitat de Cataluña. Se trata de una exposición ubicada en Castellar de n’Hug, en Barcelona, que dispone, además, de una valiosa escuela-taller de restauración de vehículos antiguos para jóvenes desempleados. La escuela, que acoge a muchachos entre los 16 y los 24 años, pretende ir engordando el museo, que ya ha abierto con una treintena de vehículos clásicos. En la actualidad, ya se puede encontrar un autobús Dodge de 1935, que realizaba en esos años un servicio en la localidad de Igualada. Pero los jóvenes no cesan y siguen aprendiendo en sus clases de carpintería, soldadura, chapa, mecánica de precisión, tapicería o pintura, con el objetivo de seguir restaurando los más de cien vehículos que esperan su turno en esta escuela-museo. Por último, como muestra de lo casi inabarcable de nuestro tema, hemos recopilado algunas de las páginas webs más interesantes acerca de museos del automóvil.