Ford desarrolla cinco nuevos sistemas de seguridad

Ford Motor Company ha presentado esta semana en Detroit los sistemas de seguridad que incorporarán sus vehículos en el futuro. Estos adelantos actúan en tres fases: antes, durante y después del accidente.

La compañía automovilística Ford Motor Company ha hecho públicos cinco sistemas que suponen significativos avances en cuestión de seguridad activa y pasiva. Estas novedades nacen como respuesta a los problemas detectados en el todo terreno Explorer.
Los responsables de la compañía contemplan la seguridad como un conjunto de medidas que han de tener en cuenta a las personas, el vehículo y el entorno del tráfico en tres fases: primero intenta evitar el accidente, después prevenir las lesiones durante el siniestro y, por último, reducir sus efectos una vez transcurrido el mismo.
Volvo, una de las marcas del grupo, presentó el EyeCar. Este prototipo lleva un sensor con cámara de rayos infrarrojos que se refleja en la córnea del ojo del conductor para analizar la posición de sus ojos. La información recogida se transmite a un ordenador que modifica la altura del asiento, sube y acerca los pedales y adapta la columna de dirección y la consola central al conductor. Todo el sistema intenta encontrar la postura más idónea ante el volante para mejorar su habilidad durante la conducción.
El sistema CamCar del todo terreno Lincoln Navigator está compuesto por diez cámaras situadas de forma estratégica en su carrocería, que permiten tener una amplia visión de su entorno en todas las direcciones y facilita la conducción y las maniobras de aparcamiento.
Mazda, por su parte, intenta proteger a los peatones mediante el SensorCar. Funciona mediante un radar láser que detecta los obstáculos que se cruzan con el coche hasta 45 metros por delante de él. El dispositivo avisa al conductor por medio del display del posible peligro. Otro sensor, situado en la parte trasera del vehículo, previene la posibilidad de colisión por detrás, activando los pretensores de los cinturones y ajustando el reposacabezas a los pasajeros.
Una vez producido el siniestro, el RescueCar permite proporcionar información sobre los accidentes y actuar con la mayor rapidez posible. Envía información, voz e imágenes a un centro de datos que los distribuye a los hospitales, equipos de rescate y policía por medio de los sistemas de telefonía móvil, GPS, sensores de choque y cámaras subjetivas.
Finalmente, el SecureCar detecta la presencia humana en el interior de los vehículos mediante un sensor que avisa de la concentración de CO2 y un detector que recoge las vibraciones producidos por los latidos del corazón para evitar la muerte por asfixia. En 1998, un total de once niños murieron asfixiados en los maleteros de los coches.