Se cierra el cerco sobre Firestone

El culebrón judicial de los neumáticos defectuosos de Firestone parece que no va a tener un final cercano. Los demandantes han logrado ya uno de sus objetivos, que sus querellas pasen de un tribunal federal a uno estatal, con lo que las posibilidades de victoria son mayores.

El magistrado Paul Huck ha notificado su decisión argumentando que no existen suficientes argumentos para demostrar que el caso debía resolverse en un tribunal federal. En agosto, los abogados de Firestone lograron trasladar la demanda colectiva al Tribunal de Miami, buscando "un apropiado proceso en cortes adecuadas".
Con esta estrategia, los letrados querían ganar tiempo para reemplazar los neumáticos antes de afrontar un proceso legal costoso. Además, los tribunales federales tienden a desestimar las demandas colectivas porque consideran que, en la mayoría de los casos, se plantean muchos aspectos individuales.
Esta decisión coincide con la entrega de las demandas recibidas por la marca de cubiertas (unas 2.800) a los abogados demandantes. Del análisis de estos informes se infiere que los neumáticos sufren un problema, pero los Explorer que suelen llevar estas cubiertas, también. Los documentos parecen demostrar que los Firestone tienden a sufrir daño en la banda de rodadura en asfaltos sometidos a grandes temperaturas, como los de Texas, California y Florida.
Firestone, por su parte, ha señalado que los neumáticos son seguros y para demostrarlo alega que únicamente se han recibido 2.800 quejas sobre un montante total de 48 millones de ruedas fabricadas durante la última década. Esto, para la compañía, significa que el riesgo de que estallen es similar al del resto de fabricantes.
Por otro lado, John Lampe, recién llegado a la presidencia de Firestone, en su proceso de recuperación del prestigio perdido ha nombrado a un nuevo equipo de ejecutivos, la mayoría japoneses. Este hecho demuestra el mayor control que va ejercer la casa matriz, Bridgestone, sobre la producción en las plantas estadounidenses.
Entre las medidas que ha tomado Lampe, destacan el despido de 450 obreros de la planta de Decatur (EE.UU.), de la que salieron la mayoría de los neumáticos con fallos montados en el Explorer y la paralización de la producción durante 14 días en tres plantas hasta fin de año, a causa del descenso de la demanda.