España tendrá que aplicar el IVA normal a los peajes

Desde hace dos años, el Gobierno español mantiene un "tira y afloja" con la Comisión Europea acerca de la aplicación de un tipo reducido de IVA sobre los peajes. La sentencia saldrá en las próximas semanas y, muy posiblemente, obligue a España a aplicar el IVA normal.

En próximas semanas, el Tribunal de la Unión Europea emitirá la sentencia del caso que enfrenta desde 1998 a España con la Comisión Europea por la aplicación del IVA en los peajes de las autopistas. Lo más probable, y siguiendo las recomendaciones del Abogado General del Tribunal, es que se le dé la razón al órgano comunitario, ya que España está incumpliendo la normativa comunitaria que regula la aplicación del IVA.
El Ejecutivo español decidió en agosto de 1997 aplicar un tipo reducido del IVA sobre los peajes de las autopistas, considerando que "los servicios de utilización de infraestructura viarias, a través de concesionarios, constituyen un servicio público, que puede equipararse al transporte de viajeros y de sus equipajes, a los que puede aplicarse también un tipo reducido".
La directiva que incumple esta decisión recoge que todos los productos y servicios deben estar gravados con un tipo de IVA normal, que no puede estar por debajo del 15 por ciento, aunque establece algunas excepciones a las que se podría aplicar un impuesto reducido; entre estos productos y servicios están los alimentos, el suministro de agua, los medicamentos y, aquí es donde se "agarra" el Gobierno español, los transportes de viajeros y de sus equipajes.
Según el Abogado General del Tribunal, la interpretación española es "demasiado amplia" y no se acepta como alegación en este caso. De hecho, el informe que se ha realizado considera que los peajes, "como cualquier otra prestación de servicios", salvo los expresamente citados como excepciones en la directiva, "deben estar sujetos al tipo normal de IVA".
Otro argumento utilizado por España es que de esta forma se compensa el hecho de que algunos miembros de la UE no aplican el IVA a los peajes, algo que podría causar distorsión en la competencia. También a esto ha contestado el funcionario responsable de seguir el caso: "debido a su situación geográfica, ningún automovilista español podría desviarse por una autopista francesa eventualmente más barata".