Schumacher marca una brillante pole en Monza

200.000 hinchas italianos se muerden las uñas y cuentan los segundos que faltan para que el semáforo verde ponga en marcha el Gran Premio de Monza. No es de extrañar la emoción. Hoy, su ídolo, Schumacher, se ha hecho con una "pole" que podría devolverle mañana a la cabeza del Mundial de Fórmula 1

Schumacher marca una brillante pole en Monza
Schumacher marca una brillante pole en Monza

Es la sexta vez este año que el alemán gana en los entrenamientos oficiales. Y van 29 en su carrera. Los Ferrari, que correrán con su motor habitual en lugar de la evolución 049C, se ha mostrado netamente superior a los McLaren, a priori más fuertes.
Tras Schumacher se ha clasificado un espectacular Barrichello. Para la casa de Maranello ya es un triunfo meter a sus dos coches por delante de todos, después de los tropiezos de las últimas carreras.
Tercero ha sido Hakkinen que peleó con todas sus ganas pero no pudo rebajar las 197 milésimas que le endosó el alemán.
En cuarto lugar se coló un excelente Villeneuve, mientras que Coulthard, el tercero en discordia por el título, sólo pudo ser quinto. La sexta plaza fue para Trulli, que celebra así el 200 Gran Premio de la firma Honda, constructora del motor de su Jordan.
Pedro de la Rosa, por su parte, luchó para estar entre los diez primeros y lo logró. Saldrá desde la décima plaza de la parrilla. Es una buena posición para un piloto que se adapta bien a los circuitos rápidos y exigentes, como Monza. Además, el Arrows corre como pocos y, a buen seguro, buscará posiciones de puntos. Esperemos que la mecánica aguante.
Gené, en cambio, no ha tenido tanta fortuna y, lastrado por un motor obsoleto, tendrá que conformarse con el penúltimo lugar. Sólo estará por detrás su compañero de equipo en Minardi, Gaston Mazzacane.
La emoción tiene congestionado el histórico circuito de Monza, que ha ganado en viveza y espectáculo con las nuevas chicanes. Para mañana se espera un día de pleno verano, con lo que los pilotos afrontarán una durísima prueba de resistencia.
La salida será fundamental. La primera chicane tiene aspecto de trampa y el paso por ella decidirá gran parte del Gran Premio. Los aficionados italianos, deseosos de vengar la afrenta de hace 15 días en Spa, confían en las manos de Schumacher para lograr la victoria. Hakkinen, con cara de póker, les reserva sorpresas.