La Fórmula 1 abrillanta su leyenda en Mónaco

Como cada año, las escuderías de la Fórmula 1 se exhiben unos días en Mónaco, la capital de Montecarlo, el reino de los fuegos artificiales y el esplendor de la alta sociedad. Schumacher llega al espectacular circuito urbano como favorito absoluto

La Fórmula 1 abrillanta su leyenda en Mónaco
La Fórmula 1 abrillanta su leyenda en Mónaco

La carrera monegasca es ya un mito en el mundo del deporte. Y en el del espectáculo. Amarrados a los muelles de Mónaco hay cientos de yates de multimillonarios y famosos que llegan a este viejo refugio de piratas para presenciar la carrera. Y todo lo que la rodea. En medio de ese mare magnun de colorín y lentejuela, los pilotos de la Fórmula 1 se concentran en la prueba más difícil del año. El trazado de Mónaco no es tal. En realidad, lo que hacen los organizadores es cerrar al tráfico las calles de la ciudad y encauzar en ellas la prueba.
Así, en la llamada "carrera de las mil esquinas" resulta imposible adelantar. Las velocidades son altas pese a que es el más lento del Mundial y lo estrecho de las calles no facilita las cosas. Encima, curvas cerradísimas convierten el circuito en una auténtica trampa. Para colmo, en una competición súper tecnificada y monitorizada al extremo, un largo tramo del circuito discurre en el interior de un túnel. Lo que pase ahí dentro no puede ser controlado por los ingenieros y todo depende de los pilotos. Es casi como lo estrenaron en 1929 los hombres que forjaron el mito del automovilismo y es idéntico al que recorrieron los Fangio, Moss y Stewart.
Después de apabullar a todos en Alemania hace dos semanas, Michael Schumacher llega a Mónaco dispuesto a golpear de nuevo. Su Ferrari, el mejor coche hasta ahora en el campeonato, estrenará una nueva dirección pensada para atacar las complicadas curvas de Mónaco. Algunas tan espectaculares como la legendaria horquilla, que este año pasa a llamarse del "Grand Hotel".
Por si fuera poco, Ferrari tiene en Montecarlo su segundo feudo. La presencia de "tifossi" italianos será masiva para animar a su piloto. Claro que el éxito de Schumacher está seriamente amenazado por el frío Hakkinen. El finlandés, que defiende el título mundial, llegará a Mónaco con ganas de revancha. La lucha más dura será, seguro, el sábado. Quien logre ese día la "pole position" tendrá casi amarrada la victoria, aunque este año todavía no ha ganado ninguno de los pilotos que han partido desde la primera línea de la parrilla. Luego, en carrera, la guerra. Acabar garantiza el éxito y las estrategias apuntan a una sola parada en boxes. No hay pistas de arena para frenar, ni campas de hierba. Rozarse con los guardarraíles supone quedar casi fuera de competición, y así todo, una lucha sin cuartel.

Primeros entrenos libres
Para empezar las hostilidades, Schumacher ya ha marcado el mejor tiempo en los primeros ensayos libres disputados esta mañana. Hakkinen, que especula con su marcha de McLaren, logró la segunda plaza a menos de cuatro décimas del alemán. En la misma sesión de entrenamientos, Ralf Schumacher sufrió un espectacular accidente.
Al margen del terrible duelo entre los dos primeros de la general, habrá que estar atentos a lo que pase entre Fisichella y Trully. El de Benetton y el de Honda chocaron en la salida del Gran Premio de Europa y de nuevo la semana pasada en los entrenamientos de Valencia, cuando el monoplaza de Fisichella dio una vuelta en el aire y aterrizó de morro sin que el piloto sufriera ningún daño.
Junto a ellos estarán los Williams, que son de nuevo firmes candidatos a las primeras posiciones. Los BAR también tienen una buena posibilidad, pues su coche se adapta bien a este circuito.
No así el de Arrows. Pedro Martínez de la Rosa, que viene de brillar en Nurburgring donde logró un valioso punto, afronta la prueba de Mónaco con pocas esperanzas. Acabar será difícil para un vehículo con tan poco apoyo aerodinámico. Es un monoplaza rapidísimo, con lo que sufrirá en una pista tan corta.
En cambio, Gené tiene una buena oportunidad para brillar. Es muy hábil al volante y su Minardi, aunque lento, es muy fiable. Si logra sortear las trampas del trazado puede llegar muy arriba. Para afianzarse, el catalán estrenará la caja de cambios de titanio que ha probado su compañero Gastón Mazzacane. Esta caja se suma a la nueva suspensión trasera del vehículo. El rendimiento de la transmisión es fundamental en una carrera donde los pilotos llegan a cambiar de marcha hasta 3.000 veces, unas 26 por minuto. Gené se muestra muy ilusionado con la posibilidad de correr en Mónaco. Además, ha confirmado su presencia en las 24 Horas de Lemans, donde correrá con el equipo Telefónica-Volkswagen.
Así las cosas, la carrera del domingo promete restaurar la magia de una competición que mueve auténticas pasiones. Como siempre, Autopista Online la cubrirá de cerca.