Repsol sube otra vez los combustibles

Tras la subida de una peseta efectuada el viernes pasado, Repsol, la primera petrolera de España, subió de nuevo los precios el sábado, colocando su gasolina súper en 147,0 pesetas y la sin plomo en 133,9

El resto de operadores del mercado no tardarán en seguir la estela alcista de Repsol, que ha subido sus precios 11 veces en lo que va de año. La mala situación de la peseta frente al dólar puede explicar estas últimas subidas. El único combustible que permanece inalterado es el gasóleo, cuyo precio no aumenta desde marzo.
Fue precisamente en marzo cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo decidió reactivar las extracciones de sus miembros, con lo que se detuvo la corriente al alza de los precios del crudo. Desde entonces, el precio del barril se ha mantenido estable hasta ayer mismo, cuando una huelga en Noruega hizo subir de nuevo las tarifas en Estados Unidos hasta los 28,09 dólares el barril. La Opep se ha fijado una horquilla de precios que va desde los 22 a los 28 dólares. Por encima de este precio, los ministros del petróleo deberían actuar sobre sus producciones para estabilizar los precios. El presidente de la Opep, el venezolano Alí Rodríguez, considera que el sistema de banda de precios ha funcionado hasta ahora sin problemas y que no se prevén tensiones a corto plazo. Sin embargo, de cara a los últimos meses del año, sí se vaticina un aumento de la demanda y, por tanto, de los precios. Sin embargo, las tensiones que ya vive el mercado, con los precios ajustados a la parte alta de la banda, hacen pensar en que la Opep se ha quedado corta al abrir el grifo del petróleo.
Por otra parte, el Gobierno ha decidido poner en marcha un nuevo paso en la liberalización del sector de los hidrocarburos. El proyecto supone la apertura a nuevos operadores de las redes de distribución de combustibles y gases licuados del petróleo. Estas infraestructuras son operadas por la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) y Enagás respectivamente. Ambas empresas son privadas, pero actúan casi en régimen de monopolio.
En principio, el modelo de apertura sería similar al empleado en el caso de Red Eléctrica Española, en el que ningún accionista que opere el negocio puede tener más del diez por ciento del capital. Esto supone que tanto CLH como Enagás deberán dar entrada a otros accionistas. Repsol sería la más perjudicada, pues es propietaria mayoritaria de ambas redes. Desde CLH, su presidente, el exministro Miguel Boyer, considera que es necesaria la apertura, pero también señala que la reducción de capital que le exige el Gobierno resulta excesiva. A cambio, propone mejorar las infraestructuras de CLH para optimizar costes de distribución y poder reducir así los precios de los carburantes, objetivo último de esta nueva liberalización.