Volvo debe salir de Scania

En medio de una maraña de intereses económicos y enlaces comerciales, la Unión Europea prohibió hace unas semanas la fusión entre Volvo y Scania.

El presidente de Scania, Leif Oestling, declaró ayer al diario sueco "Dagens Nyheter" que Volvo debe retirarse del accionariado de su empresa. Para Oestling, la delicada situación accionarial de Scania no es sostenible y Volvo debe retirarse para desbloquearla. En estos momentos, Volkswagen posee un 34 por ciento de Scania. Otro 30,6 por ciento corresponde a Volvo y un 15 por ciento, al grupo Investor, que vendió a Volkswagen su parte del 34 por ciento. Volvo quería fusionarse con Scania, pero la Unión Europea lo impidió alegando que se crearía un monopolio. Esta decisión se celebró con júbilo en el entorno de Scania, que se echó en brazos de Volkswagen.
Ante esta situación, Oestling quiere que Volvo se retire de Scania, pues entiende que sus interese son diferentes a los de Volkswagen y ese conflicto bloquea el avance de la marca. El alto directivo cree que el problema debe solucionarse en un año. Oestling asegura que la unión con Volkswagen es muy positiva para Scania, pues se aprovechará del circuito de compras de los alemanes para abastecerse a precios más competitivos. El consorcio Scania tiene la representación de los productos Volkswagen para Suecia desde hace varios años, y es uno de los líderes del mercado mundial de camiones pesados. En Sudamérica es la marca más importante y, en Europa, la segunda.