El alto índice de accidentalidad en las carreteras, a debate en Europa

Cada año mueren atropellados en la UE unos 7.000 peatones y más de 2.000 ciclistas. A estos datos habría que añadir las más de 30.000 personas que pierden la vida a bordo de los vehículos siniestrados.

Se acaba de hacer público el documento que ha preparado la Comisión Europea para disminuir el alto índice de siniestralidad de las carreteras de la UE. Uno de los principales proyectos que recoge este texto es el de aprobar una ley que obligue a los fabricantes de automóviles a crear vehículos más seguros para peatones y ciclistas. Esta medida no ha tenido buena acogida por parte de la industria automovilística, ya que su puesta en marcha significaría la unificación de las líneas de los vehículos, especialmente de los frontales. Otras medidas prioritarias que recoge este documento son la mejora de las infraestructuras viarias, la profundización en la labor realizada en el marco de EuroNCAP, el estudio y puesta en marcha de soluciones para los llamados "puntos negros", la incentivación del uso del cinturón de seguridad y de los asientos infantiles y una legislación sobre los limitadores de velocidad. Con la puesta en marcha de estas medidas, la Comisión calcula que se podría evitar la muerte de al menos unas 20.000 personas al año. Por otra parte, el texto europeo plantea otra serie de medidas como son nuevos criterios médicos para la concesión del permiso de conducir, llevar las luces durante el día, etc.
A parte del coste humano, la Comisión Europea estima que los costes económicos derivados de los accidentes en la carretera (hospitales, grúas, reparaciones...) ascienden a 100.000 millones de euros (más de 16,5 billones de pesetas).