Jaguar confía en olvidar su mala suerte en Silverstone

Este fin de semana es capital en el futuro inmediato de una de las escuderías importantes de la Fórmula 1, Jaguar. En el circuito inglés de Silverstone se disputa un Gran Premio en el que los coches de Irvine y De la Rosa estrenan las nuevas configuraciones técnicas que les han diseñado. En teoría, estos cambios deberían suponer el final de su negra racha de abandonos.

Jaguar confía en olvidar su mala suerte en Silverstone
Jaguar confía en olvidar su mala suerte en Silverstone

Los Jaguar han completado dos satisfactorios días de pruebas en Barcelona y Northamptonshire, Inglaterra. Han probado una nueva disposición de la aerodinámica y las suspensiones, que viene a completar al motor Costworth estrenado hace unas semanas.

Con tanto cambio, el coche es casi nuevo por completo. De hecho, se denomina R3B, y no R3 como al principio de la campaña. En la escudería de Niki Lauda confían en que este coche haga olvidar el nefasto monoplaza con el que han corrido hasta ahora, auténtico imán para las averías y los fallos de diseño. Tan malo era que, en cierta ocasión, lo calificó de "imposible de conducir".

Los ingenieros han trabajado con una herramienta que no tenían: un túnel de viento. Gracias a él, han optimizado la aerodinámica, con lo que el coche debería ser mucho más eficaz. El motor ya ha demostrado que es más rápido que su versión anterior, así que sólo falta que aerodinámica y dirección encuentre sus reglajes óptimos para Silverstone.

La importancia de esta carrera es enorme para el equipo. Eddie Irvine, uno de los veteranos de la Fórmula 1, ha condicionado su continuidad en la competición a que el coche rinda como se espera. De momento, las pruebas realizadas en estos días de test dan muy buenos resultados.

"Utilizamos Silverstone para la mayoría de nuestros ensayos y es un circuito en el que disfruto conduciendo", explica De la Rosa, "Conozco muy bien la pista y creo que es muy interesante, rápida y todo un reto".