Los constructores siguen adelante con su propio Gran Premio de Fórmula 1

En San Marino no sólo compitieron los monoplazas. Los grandes constructores aprovecharon la ocasión para dar un empujón a su idea de crear un campeonato propio a partir de 2008. Entre los temas discutidos en Imola, destaca la cobertura televisiva de la Fórmula 1, un suculento pastel que, por el momento, pertenece al agonizante grupo Kirch.

Los constructores siguen adelante con su propio Gran Premio de Fórmula 1
Los constructores siguen adelante con su propio Gran Premio de Fórmula 1

El propio Paolo Cantarella, presidente de Fiat, dirigió este encuentro, donde también estuvo el presidente de Ferrari, Luca Cordero de Montezemolo, y miembros de BMW, DaimlerChrysler, Ford y Renault. De esta "conjura de Imola", salió el compromiso de seguir adelante con la creación de un campeonato propio</font color="#0000CC">, a pesar de que el motivo principal de esta ruptura - los derechos televisivos de la Fórmula 1- están ahora en la cuerda floja.

El Grupo Kirch, principal accionista de la retransmisión televisiva de los Grandes Premios, ha ordenado suspensión de pagos </font color="#0000CC">. La Kirch Beteiligungs, empresa que gestiona estos derechos, no está en venta, al menos por ahora.

Los grandes constructores, agrupados en la Grand Prix World Championship (GPWC) ya han mantenido contactos con los bancos acreedores del gigante audiovisual alemán. Ecclestone, antiguo propietario de la retransmisión, también ha pujado para volver a recomprar sus acciones.

La Fórmula 1, la carrera de las audiencias
A Leo Kirch (en el fotomontaje) se le puede considerar todo un visionario: convirtió las retransmisiones deportivas en todo un negocio en Alemania, mucho antes que Michael Schumacher exhibiera la bandera germana en todos los circuitos.

Este gurú audiovisual comenzó su carrera con dinero prestado (el de su esposa, con el que en 1959 fundó KirchMedia) y los acreedores, precisamente, han puesto fin a su imperio y, con él, a toda una concepción del deporte.

Kirch también posee los derechos de la Bundesliga y, tras la suspensión de pagos, el fútbol mundial teme las consecuencias y muchos entrenadores, incluso en nuestro país, han asegurado que los fichajes multimillonarios de jugadores ha terminado.

En la Fórmula 1, se da el efecto contrario: las escuderías se frotan las manos ávidas de hacerse con este negocio y abrir las retransmisiones a todo el público. Eso sí, todavía queda por ver si Kirch saca a la venta su participación mayoritaria en SLEC (Slavica Ecclestone Corporation), compañía que tiene un contrato de 100 años para gestionar la rama comercial de la competición. También podía darse el caso que Murdoch, otro tiburón de la comunicación y actual acreedor de Kirch, se hiciese con su participación.