Los camiones, de uno en uno y cada cuarto de hora

El Servei Català de Trànsit acaba de inaugurar un nuevo sistema de regulación del tráfico en el túnel de Vielha. Los transportistas no están muy contentos con el nuevo sistema y ya han anunciado protestas.

Nuevo sistema informático para combatir el fuego en los túneles
Nuevo sistema informático para combatir el fuego en los túneles

Desde ayer funciona el nuevo sistema de semáforos que regulan el tránsito de camiones dentro del túnel de Vielha. Con el objetivo de que no haya ningún accidente dentro de esta infraestructura, se ha pensado en turnar la entrada de los vehículos pesados y evitar así que se crucen. De esta forma, cada cuarto de hora aproximadamente se cierran los semáforos de un lado, para permitir que desde el otro lado puedan acceder los camiones.

El nuevo sistema se compone de siete sensores láser que detectan a los vehículos pesados. Los mencionados sensores están conectados a los semáforos de entrada que regulan la entrada y salida del túnel. El dispositivo ha costado 921.000 euros y funcionará entre las 6 y las 22 horas.

La medida busca un aumento de la seguridad para los transportistas. El problema de este sistema es que, cuando se “cierra" el tránsito a los vehículos pesados, los turismos de uno de los lados también tienen que detenerse, con lo que las retenciones “previstas" son kilométricas. Para los camiones que esperan a que pasen los del otro sentido se han habilitado aparcamientos, donde deben permanecer hasta que el semáforo les permita el paso. Las cuestiones continúan entre los transportistas, porque poco a poco llega el periodo de nieves y quieren saber cómo funciona el sistema con esa inconveniencia meteorológica. Pues bien, según explica Joan Delort, director del Servei Català de Trànsit, cuando haya nieve, se harán caravanas de camiones que pasarán el túnel de Vielha “escoltados por los mossos d’esquadra".

Delort ha anunciado que, si este sistema va bien, no se descarta que sea utilizado en la regulación de otras vías catalanas que registran también un intenso tráfico.

El Servei de Tránsit ha previsto mantener estos semáforos hasta 2006. En ese año se espera que esté disponible el nuevo túnel, cuyo trazado es paralelo al actual, y que ya se está construyendo. Sin embargo, las autoridades catalanas de tráfico se van a encontrar con bastantes protestas. Los transportistas catalanes se ven ya como el colectivo más perjudicado, porque esa infraestructura es utilizada por ellos a diario.