Ferrari amenaza a Ecclestone con abandonar la F1 en 2007

El presidente de Ferrari, el conde Luca Cordero di Montezemolo, ha amenazado al "dueño" de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, con marginar la competición cuando concluyan los Acuerdos Concorde, entre Bernie y los constructores, que actuarán en la categoría reina del automovilismo hasta el año 2007.

Según Montezemolo, "los méritos de Bernie son tan grandes que las escuderías han aceptado su codicia. Otros gestores se habrían conformado con el 10 ó el 20 por ciento, pero no él. Si Ecclestone decide vender los derechos televisivos de la F1 a otros, los constructores dejarán de estar a su lado".

El presidente de Ferrari indicó que las marcas poseen el 43 por ciento de los beneficios, mientras que "Bernie y la Federación Internacional de Automovilismo tienen el 57 por ciento. El contrato con Ecclestone dura hasta finales de 2007 y, cuando termine, habrá un campeonato en el que los constructores tendrán el 100 por 100 del pastel, por lo que hasta los pequeños equipos podrán financiarse a sí mismos", añadió Montezemolo.

Las palabras del patrón de Ferrari marcan una nueva fase en el conflicto que enfrenta a los constructores automovilísticos con Ecclestone desde que éste cedió los derechos televisivos a Leo Kirch, magnate de los medios de comunicación alemanes, a principios de este año.

Las marcas, que cada vez invierten más dinero en las escuderías de Fórmula Uno, sospechan que Kirch (quien posee el 75 por ciento de SLEC, la sociedad propietaria de los derechos de televisión creada por Ecclestone) quiere reservar la retransmisión de los grandes premios a sus cadenas de pago. Así, el descenso continuo de la audiencia en las carreras llevaría a los patrocinadores a dar la espalda a la máxima categoría del automovilismo.

Los constructores quieren que la Fórmula Uno siga siendo emitida en televisiones comerciales y no en la modalidad de "pago por visión". Asimismo, pretenden obtener el control de los ingresos para reducir los altos costes de la competición. Para ello, la asociación de constructores europeos (ACEA) ha creado una empresa bautizada como GPWC para organizar su propio campeonato, si no se deshace del acuerdo con el grupo Kirch, que se considera inaceptable.

De momento, según ha anunciado Montezemolo, Honda y Toyota acudirán a la próxima reunión de la nueva empresa creada por los constructores europeos para tomar el control de la Fórmula Uno. Sin embargo, un portavoz de la división de F1 de Honda indicó que la compañía nipona aún no había recibido ninguna invitación para acudir a esta asamblea.

Además, ningún constructor japonés (a pesar de tener fábricas en Europa) forma parte de la asociación de constructores europeos ACEA, en la que están Fiat, BMW, Ford y DaimlerChrysler, firmas que poseen equipos de Fórmula Uno o están involucrados directamente en esta competición y que intentarán romper a partir de 2007con la entidad SLEC, que posee los derechos comerciales del Campeonato del Mundo de la especialidad para los próximos 100 años.