Coulthard y McLaren quieren salvar el honor en casa

Hasta el vetusto circuito de Silverstone llega McLaren como un barco que hace agua y busca puerto. La otrora invencible flota británica ha sido desbaratada por la alegre muchachada de Williams y el implacable rigor de Ferrari. Silverstone, su casa, supone para las flechas de plata la última oportunidad para salvar el honor.

Coulthard y McLaren quieren salvar el honor en casa
Coulthard y McLaren quieren salvar el honor en casa

David Coulthard, el único hombre de McLaren que aún pelea con cierta fe, afronta esta carrera con muchas esperanzas. Ha ganado en

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Silverstone </font color="#0033CC"> los dos últimos años, bagaje suficiente como para devolverle la vitola de favorito.

Bien sabe Coulthard que no le van a permitir ningún fallo. Ferrari y Williams velan armas para asestar el golpe de gracia a los orgullosos coches anglo-germanos.

El público, harto de humillaciones, estará con él y presencia de ánimo no le falta. Sin embargo, el de McLaren ha fallado de forma estrepitosa en varias de las últimas carreras: calado en Mónaco, motor destrozado en Canadá, relegado a la sexta plaza de la parrilla en Nurburgring y 10 segundos de penalización en Francia. Una sucesión de traspiés que han dejado a Coulthard a unos casi insuperables 31 puntos de Schumacher.

Sabe el escocés que tiene capacidad para hacer frente al poderío alemán, pero no se fía de su coche. Y lo dice abiertamente: "El desarrollo electrónico no es mi especialidad, tengo que confiar en gente de mi alrededor y, en nuestros intentos por mejorar, cometemos errores".

Los hermanos Schumacher, jefes de un campeonato que ha recobrado brillo con la incorporación de Williams a la lucha por las carreras, llegan a Silverstone pensando en otro duelo fratricida.

Si gana, Michael Schumacher habrá superado el récord de victorias en la historia de la Fórmula 1. Sumará 50 y avanzará camino de su tercer Mundial y de un título que busca desesperadamente, el de mejor piloto de todos los tiempos. Si llueve, como se ha anunciado, habrá que empezar a cantar otra victoria para sus vitrinas. Sobre mojado y en un trazado tan rápido, es casi invulnerable.

Su hermano, Ralf, vive un momento de gracia. Sus buenos resultados en lo que va de año le han convertido en el otro hombre a batir. En Silverstone, el segundo circuito de Williams, tratará de lograr su tercera victoria en la Fórmula 1.

Un circuito de otro tiempo
El trazado de Silverstone es un mundo aparte dentro de la Fórmula 1. Bastante anciano para lo que se estila, data de aquella época en que la competición empezaba a desbravarse y cambiaba los circuitos "sin muros" por el formato actual.

Es muy llano, sin apenas cambios de rasante, algo que obliga a llevar una aerodinámica muy estudiada, porque es frecuente la presencia de viento que altera notablemente la conducción. Es también una de las pistas más rápidas del Mundial. Combina larguísimas rectas con curvas muy veloces que a unos pilotos gustan y a otros aburren. En general, es una carrera que todos conocen muy bien, porque entrenan aquí a menudo.

La organización trabaja en algunos cambios para el próximo año. Se construirá una nueva curva peraltada que modificará al actual giro del Club. Los pilotos creen que no aportarán nada nuevo y que Silverstone seguirá siendo igual: un circuito con muchas dificultades para el adelantamiento.

Lo que sí ha mejorado es todo el apartado de servicios. Después del caos de barro que se montó el año pasado, los organizadores han asfaltado más de seis kilómetros de caminos en torno a los graderíos, además de construir un nuevo aparcamiento.

Con la vista puesta en Goodyear
La interesante batalla que vivimos este año entre Michelin y Bridgestone por demostrar quién tiene los mejores neumáticos tendrá en Silverstone un episodio muy importante. Es un circuito con un agarre intermedio que castiga mucho a las gomas. En Bridgestone apuestan por compuestos muy blandos si hace sol, pero los partes meteorológicos hablan de fuertes lluvias para el domingo, con lo que los fabricantes sugieren un compuesto blando dentro de los duros de lluvia.

De todos modos, el gran rumor del paddock es el más que probable regreso de Goodyear para 2003. Si Bridgestone ya sufre con la durísima competencia de Michelin, habrá que ver qué hace cuando vuelvan los Goodyear con su larga experiencia en competición.

De la Rosa, confiado
Uno de los pilotos que saca un gran partido a los neumáticos franceses es Pedro de la Rosa. El catalán de Jaguar llega a Silverstone muy confiado en sus posibilidades de hacer un buen papel. Conoce a las mil maravillas este trazado y, si llueve, será un hombre muy peligroso.

Los Jaguar han mejorado mucho en las últimas carreras y han logrado recuperar el prestigio que habían perdido. El equipo verde tiene una buena oportunidad para brillar en su país. Irvine y De la Rosa pueden aprovecharse de las condiciones de Silverstone para exprimir al máximo la aerodinámica de sus coches. Corren mucho y aprovechan muy bien su gran carga aerodinámica. Si a esto sumamos las buenas "manos" de De la Rosa sobre mojado, podemos estar ante su gran oportunidad para acercarse a zonas muy calientes de la clasificación.

Fernando Alonso, por su parte, llega a la carrera soñando con el mes de septiembre. Para entonces le han prometido un motor con 90 ó 100 CV más. Hasta entonces, el asturiano no puede hacer nada más que rodar y rodar. Acumula experiencia y sobrevive a la marejada de rumores que le colocan en uno u otro equipo para el año que viene.

Sobre mojado tendrá una oportunidad para adelantarse a los Bennetton o los Prost, pero le va a costar un mundo progresar. Si acaba, nos daremos por satisfechos.

Por el medio, como siempre, habrá un enjambre de pilotos dispuestos a colarse en la parcela de gloria que cultivan los Schumacher. Mucha atención a Raikkonen, que ya ha dicho que sueña con pilotar un Ferrari. También habrá que tener en cuenta a los Jordan, que corren en su segundo hogar, o a los BAR, con un Villeneuve renacido. Estas dos escuderías pelean por demostrar quién se merece más el motor Honda oficial.

Una última incógnita: ¿a qué juega Barrichello? A la sombra de Schumacher, el brasileño se limita a ir sumando puntos y pasa por las carreras sin pena ni gloria. De seguir así, su futuro en Maranello puede estar más que comprometido.

Con todos estos ingredientes, la ensalada inglesa está lista para el espectáculo. Será el domingo, a mediodía, cuando en España sean las tres de la tarde. Autopista Online lo contará todo.