Las ventas europeas de automóviles caen un 3,1 por ciento en octubre

La “crucial" aportación del mercado alemán y el mantenimiento de las ventas en España, Francia y el Reino Unido han sido los factores que han ayudado a que el descenso europeo en las matriculaciones haya sido del 3,1 por ciento durante el mes de octubre, según los datos de la consultora JD Power.

A pesar de que el índice de ventas de coches en el Viejo Continente se mantiene desde la segunda mitad del año, JD Power ha revelado que, según sus datos provisionales de enero a octubre, las matriculaciones acumuladas en Europa Occidental han caído un 3,5 por ciento respecto al mismo período de 2001, con 12.509.579 unidades comercializadas. Imitando el modelo estadounidense de mercado, las operaciones se han apoyado con incentivos de los fabricantes –reducciones de precios, préstamos a bajo interés…-, aunque la asesoría ha declarado que no puede precisar qué porcentaje de negocio puede atribuirse a estas prácticas comerciales. Las matriculaciones alemanas, que en octubre han llegado a las 282.000 unidades, han sido uno de los factores que han contribuido al equilibrio en las ventas, aunque la consultora opina que una parte de las transacciones podrían ser artificiales, pues corresponderían a vehículos destinados a exhibición. Asimismo, la estabilidad en las operaciones registradas en tres de los principales mercados europeos (Francia, Reino Unido y España) ha sido importante para lograr que el descenso en octubre fuera del 3,1 por ciento. Mientras que JD Power augura que las ventas de automóviles en nuestro país se incrementarán ligeramente, las previsiones del banco de negocios UBS Warbung son más pesimistas: la recuperación en nuestro mercado de vehículos se retrasará, ya que las matriculaciones bajarán este año un 9 por ciento y sufrirán un nuevo descenso (del 6,2 por ciento) en 2003. A pesar de los esperanzadores datos registrados en octubre (cuando las operaciones aumentaron un 0,3 por ciento, tras nueve meses de caídas), España sigue siendo el tercer país de la Unión Europea -tras Italia y Portugal- que ha sufrido un descenso más acusado en las ventas de coches y, según UBS Warbung, continuará así en el próximo ejercicio. En la UE, el banco pronostica una caída de un 3,9 por ciento en 2002 y del 2 por ciento el año que viene, debido al bajo nivel de confianza de los consumidores europeos y el temor a un aumento del desempleo. Sin embargo, habrá mercados en los que se registrarán subidas, como el alemán y el francés, con ascensos del 1,5 y 1,9 por ciento, respectivamente. En Estados Unidos, la bajada en las ventas prevista para 2003 llegará al 4,2 por ciento (frente al 2,5 por ciento vaticinado para este año). Esta situación perjudicará, sobre todo, a las marcas norteamericanas y, especialmente, a Ford, según UBS Warbung. Otro de los fabricantes que se enfrentará a un ejercicio complicado en 2003 será Volkswagen: caída en los beneficios este año y reducciones de empleo en sus principales factorías son algunos de los problemas que afronta Bern Pitschetsrieder, presidente ejecutivo de VW. Para el ex–dirigente de Seat será difícil mantener el margen operativo del 5,4 por ciento que la compañía había conseguido alcanzar este año, debido al envejecimiento de sus productos. Aunque, en principio, la estrategia de compartir las plataformas de sus modelos funcionó, los consumidores han comenzado a demandar vehículos diferenciados. Además, la apuesta por los automóviles de lujo (como el VW Phaeton) ha descuidado el desarrollo del nuevo Polo o la renovación del Golf, cuyas ventas han sufrido un acusado descenso en los últimos años. Ahora, el Grupo ha decidido adoptar una nueva táctica, separando las firmas de modelos “clásicos" –Volkswagen, Skoda y Bentley- y deportivos –Audi, Seat y Lamborghini-, que tendrán productos específicos para cada una de ellas. Asimismo, ha apostado por aquellos segmentos en los que no tenía representación (con el todo terreno Touareg y el monovolumen compacto Touran). Sin embargo, el tiempo necesario para aplicar esta solución podría llegar a los dos años, un período en el que las ventas pueden seguir descendiendo.