El lunes comienzan los despidos en Fiat

La fecha del día 9 de diciembre, en la que comenzarán los despidos en Fiat, se acerca inexorablemente sin que se haya logrado un acuerdo entre las partes. Sindicatos y empresa no se ponen de acuerdo y el Gobierno medita la entrada en el capital de la firma automovilística.

En un ambiente de acusaciones cruzadas a tres bandas entre Gobierno, sindicatos y dirección de Fiat, poco han sacado en claro los trabajadores afectados por los despidos de Fiat. El próximo lunes, día 9 de diciembre, la compañía automovilística comenzará la primera fase de los paros técnicos de larga duración que afectarán, en un principio, a 5.600 empleados y, a partir de julio, los 2.500 restantes. Entre los primeros afectados se encuentran los 2.000 empleados de la factoría siciliana de Termini Imerese, que podría cerrarse definitivamente. El Gobierno, que se ha visto incapaz de lograr un plan alternativo al planteado por la dirección de Fiat, tendrá que aprobar finalmente, tras una semana de prórroga, las medidas solicitadas por la firma transalpina. Los 8.100 trabajadores que serán despedidos se beneficiarán durante un año de unos fondos especiales que sustituirán a la paga que reciben en la actualidad, pero no tienen asegurado el regreso a la compañía que preside Giovanni Agnelli. El Ejecutivo de Silvio Berlusconi ha estado buscando soluciones para evitar el plan de Fiat. Incluso ha contratado a un par de consultoras para que analizaran otros remedios a la crisis de la automovilística. Sin embargo, según fuentes cercanas a ambas firmas, las consultoras habrían comunicado al Gobierno que el plan de Fiat de reducir la producción podría haber sido más estricto. El titular de Industria y uno de los interlocutores gubernamentales en las negociaciones, Antonio Marzano, dejó caer ayer la posibilidad de que el Estado entre en el capital de Fiat con el fin de evitar que sea vendida: “no cierro ninguna puerta, tampoco la hipótesis de un ingreso público en el capital de Fiat". Sin embargo, “Il Cavaliere" Berlusconi se apresuró a descartar esta posibilidad: “espero que no", señaló lacónico. Al mismo tiempo, tanto sindicatos como dirección de Fiat se acusan mutuamente de falta de actitud negociadora. Mientras las centrales sindicales consideran “escasas" las posibilidades de un acuerdo antes de la fecha límite, desde la compañía se señala la falta de disponibilidad para la negociación por parte de los sindicatos.