El nuevo Reglamento de la Distribución, ''beneficioso'' para la industria

Un mes después de su entrada en vigor, el nuevo Reglamento de Distribución de Vehículos es visto con mejores ojos por parte de los diferentes actores de la industria automovilística. La consultora Urban Science ha realizado un informe al respecto.

Un mes después de la entrada en vigor del Nuevo Reglamento de Distribución de Vehículos, la consultora Urban Science ha pulsado las opiniones de los diferentes actores del sector respecto a esta normativa. La industria de la automoción, en un principio recelosa ante los cambios propugnados por el comisario europeo de la Competencia, Mario Monti, comienza a valorar de una forma más positiva la nueva legislación.

Urban Science ha realizado un informe sobre la acogida entre los diferentes protagonistas del sector. Así, los concesionarios, que ahora se conocerán como distribuidores, señalan que poseerán mayor autonomía frente a los fabricantes y del mismo modo están “bien situados para salir y correr en esta carrera de fondo, cuyo objetivo es servir y fidelizar a nuestros clientes".

Los distribuidores señalan que el Reglamento defiende sus intereses al fijar la duración de los contratos en cinco años, obliga a los fabricantes a justificar razonadamente su cancelación y crea la figura del árbitro independiente para la resolución de conflictos. Aparte, abre la posibilidad de asociarse con lo que efectuar compras en mejores condiciones.

Los talleres confían en las expectativas de negocio que va a traer la nueva norma, que continúa el proceso del liberalización del sector de la reparación de automóviles. También se ha valorado muy positivamente que los fabricantes tengan la obligación de proporcionar al taller independiente la información sobre los requisitos técnicos y humanos necesarios para que un servicio de reparación pueda convertirse en “taller autorizado".

Para el resto de los actores (fabricantes de componentes y equipos, asociaciones de consumidores, colectivos europeos de posventa independiente, clientes, etc.) el Reglamento ofrece nuevas oportunidades de negocio y un incremento del servicio y de la calidad, pero esas posibilidades teóricas deben hacerse efectivas con la implicación efectiva de los constructores.