El impuesto de circulación puede subir en la mayoría de los municipios

La “cuesta de enero" puede hacerse aún más pronunciada para los automovilistas a partir del año que viene: la mayoría de los municipios españoles podrían subir el impuesto de la circulación hasta un 25 por ciento, si se aprueba una reforma de la Ley de Haciendas Locales, según ha denunciado AEA.

Automovilistas Europeos Asociados (AEA), organización que defiende los derechos de los conductores, ha lanzado la voz de alarma: el próximo año, el 85 por ciento de los consistorios españoles podrán subir el impuesto sobre la circulación de vehículos entre un 5,26 y un 25 por ciento. Todo depende de la aprobación de la reforma de la Ley de Haciendas Locales, que se encuentra en tramitación parlamentaria. Sin embargo, no hay muchas esperanzas de librarse de este incremento en el gravamen, ya que el dictamen previo de esta modificación consiguió el visto bueno de la Comisión de Economía y Hacienda la semana pasada.

Hasta ahora, la norma establecía unas tarifas mínimas en el territorio nacional, pero permitía a cada ayuntamiento aplicar un factor corrector al alza, dependiendo del número de habitantes de la localidad. Aquellas con menos de 5.000 inscritos en el censo empleaban un coeficiente del 1,6. Las poblaciones de entre 5.001 y 20.000 personas tenían un índice del 1,7 y así sucesivamente, hasta llegar a una corrección del 2 en los municipios con más de 100.000 vecinos.

La reforma suprime esta diferenciación y establece el coeficiente más alto del sistema actual para todas las localidades. Así, los automovilistas que residan en poblaciones pequeñas serán los más afectados: si la localidad tiene menos de 5.000 personas censadas (como ocurre en el 85 por ciento de los municipios españoles), la subida puede llegar al 25 por ciento. Las urbes que cuenten con 50.001-100.000 habitantes sufrirán un incremento en el impuesto sobre la circulación del 5,26 por ciento, como mínimo.

Esto significa que el propietario de un coche de tipo medio (entre 12 y 16 caballos fiscales), que paga hoy -como mínimo- 72 euros (12.000 pesetas, en los consistorios más baratos), puede llegar a desembolsar 144 euros –24.000 pesetas- tras la reforma.

Los residentes en aquellas localidades con más de 100.000 censados se verán exentos de esta subida. Aunque en este caso sólo se encuentran el 1,3 por ciento de los ayuntamientos españoles, hay que tener en cuenta que en estas urbes se concentra más de la mitad de la población de nuestro país y el 65 por ciento de los 18 millones de vehículos existentes en España. La modificación de la Ley de Haciendas Locales también aportará cambios positivos. Por ejemplo, los discapacitados no tendrán que hacer frente a este gravamen, pues no tendrán que pagar por circular, independientemente de la potencia que tenga su vehículo (limitada, hasta ahora, a 17 caballos fiscales). Además, podrán beneficiarse de esta exención aunque el coche no esté específicamente adaptado (automóviles automáticos, etc.).

Por otra parte, se amplía el porcentaje de bonificación que pueden aplicar los ayuntamientos a los coches poco contaminantes, que pasa del 50 al 75 por ciento, y se mantiene la del cien por cien (conseguida por AEA en 1999) para los vehículos históricos o con más de 25 años.

Como última novedad destacable, hay que señalar que los automóviles con más de 15 años de antigüedad podrán ser dados de baja en Tráfico sin tener que acreditar el pago del impuesto de circulación.