No hay “mano dura” para los culpables de un accidente

Aunque Cataluña anunció que iba a imponer penas más duras a los infractores de tráfico, lo cierto es que los delitos siguen cometiéndose y, como castigo, los responsables de un accidente reciben condenas mínimas. Los pactos alcanzados antes del juicio permiten que los causantes de una muerte paguen una indemnización y, en el peor de los casos, se vean privados del carné de conducir.

Menos del 1 por ciento de los accidentes son causados por la niebla
Menos del 1 por ciento de los accidentes son causados por la niebla

En Francia imponen condenas de cárcel a aquellos que sobrepasan los límites de velocidad y, mientras tanto, los jueces españoles permiten que el culpable de un accidente mortal se libre de la prisión. Como señala “La Vanguardia", el endurecimiento de las penas anunciado por Cataluña aún no se ha hecho patente.Los ejemplos se repiten día tras día. Esta semana, en Lleida, un hombre de 29 años no ha llegado al juicio que tenía pendiente desde el 11 de agosto de 2001, cuando causó la muerte de su acompañante en un vehículo que estrelló contra un árbol. El inculpado había llamado a los Mossos d’Esquadra para denunciar que le habían robado el coche. Los agentes lo localizaron cerca de una discoteca, donde su propietario lo había aparcado horas antes. Las llaves no aparecían, ya que el dueño del automóvil se las había olvidado en un cajero automático. Cuando las encontró, los Mossos aconsejaron al conductor que no se pusiera al volante, teniendo en cuenta su estado. Éste no hizo caso y cogió el coche, que acabó estrellando contra un árbol a 110 km/h. En el accidente, su acompañante perdió la vida y él resultó herido, por lo que fue trasladado al hospital. Allí le practicaron un análisis que reveló que quintuplicaba la tasa de alcohol permitida en sangre. La petición de la fiscalía fue de dos años y nueve meses de prisión y tres años de retirada de permiso de conducir. Sin embargo, antes de iniciarse el juicio se llegó a un pacto: el causante del siniestro sólo se enfrenta a una pena de 12 meses de prisión (lo que no significa el ingreso en la cárcel, un supuesto que sólo se aplica si el acusado tiene antecedentes penales) y 15 meses sin carné. Casos como éste se repiten cada semana en los juzgados de Cataluña: un joven andorrano, condenado a pasar tres años sin licencia de circulación tras provocar una muerte, podrá seguir conduciendo, ya que la pena no tiene vigencia en Andorra. Un hombre que atropelló mortalmente a un ciclista, huyendo del lugar de los hechos, ha quedado en libertad con cargos –eso sí, ha perdido el carné-, a pesar de haber dado positivo en el test de alcoholemia.Éstas son sólo algunas de las situaciones que se han visto últimamente y que contrastan con la reciente sentencia impuesta a un “kamikaze", condenado a un año y dos meses de prisión. El inculpado condujo ocho kilómetros en sentido contrario por la autovía de Lleida, cruzándose con unos 50 vehículos. No hubo víctimas, aunque sí ocasiones de peligro. Como circunstancias agravantes, se daba el hecho de que el automovilista estaba ebrio y carecía de carné de conducir. Evidentemente, no le afectará la pena de cuatro años y ocho meses sin licencia de circulación.Más del 50 por ciento de los casos que llegan a los tribunales están relacionados con delitos de tráfico. A pesar de esta cifra, no hay una jurisprudencia única, pues, para incidentes similares, existen sentencias muy diferentes, apunta “La Vanguardia".El lunes por la noche, un joven sin carné atropelló mortalmente a un hombre de 74 años. El conductor se dio a la fuga sin prestar auxilio a la víctima, aunque fue detenido a 500 metros del lugar de los hechos.

Un matrimonio y su hijo de 11 años murieron hace 15 días en Badalona, al ser embestidos por un coche a 160 km/h. Ayer se ha averiguado que el causante del siniestro, que sólo sufrió la rotura de un tobillo, circulaba con un elevado nivel de alcohol en sangre, así como de cocaína y cannabis.

La Fiscalía de Sevilla ha pedido al juez que imponga otra fianza de 200.000 euros al bailaor Juan Manuel Fernández Montoya, “Farruquito", para cubrir las posibles indemnizaciones por el atropello mortal que cometió. Esta cantidad se une a los 140.000 euros que ya pagó para quedar en libertad.El ministro del Interior, José Antonio Alonso, ha afirmado que respalda la realización de cambios en el Código Penal, con el fin de castigar con mayor dureza conductas especialmente imprudentes al volante. Entre ellas, se encuentran la conducción sin carné o bajo los efectos del alcohol.Así lo ha asegurado ante la consejera d e Interior de la Generalitat, Montserrat Tura, en la primera reunión celebrada entre ambos. Alonso y Tura coincidieron en que es necesario aprovechar las modificaciones legislativas que se llevarán a cabo para implantar el carné por puntos. Gracias a ellas, podrán revisarse algunos aspectos como la tasa de alcoholemia, pues existen dudas sobre la conveniencia de la que existe actualmente.La consejera también elogió la decisión del ministro de Interior de introducir el carné por puntos con la máxima rapidez, una de las principales demandas de la Generalitat.La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado que los accidentes de tráfico causan la muerte de 3.300 personas cada día en el mundo. Anualmente, esta epidemia mata a 1,2 millones de individuos, recoge “ABC".

Dentro de 15 años, los siniestros se convertirán en la tercera causa de muerte y discapacidad en el mundo (el año pasado, 20 millones de personas sufrieron traumatismos de diversos tipos provocados por los siniestros viales). Actualmente, es la novena razón de fallecimiento en el planeta y la quinta en España y sólo es superada por las enfermedades respiratorias, el sida, los problemas de corazón o el paludismo.

Ante estos datos, la OMS ha pedido a los gobiernos que realicen campañas de sensibilización y promoción a largo plazo. También ha solicitado medidas que separen físicamente los peatones de los vehículos y actuaciones que supriman los “puntos negros" en las carreteras. Además, considera importante respetar los límites de velocidad y penalizar la conducción bajo los efectos del alcohol.

La entidad pretende que los países miembros conviertan la seguridad vial en una prioridad y que las naciones desarrolladas condicionen la financiación de las carreteras al cumplimiento de las medidas de seguridad.

El coste económico de los accidentes supone 518.000 millones de dólares (425.664 millones de euros) anuales. Además, provocan –al igual que el sida- la pérdida de las personas con mayor capacidad.