La huelga mañana en Seat, inevitable

No hay marcha atrás posible. Los trabajadores de Seat confirmaron anoche la huelga convocada para mañana en la planta de Martorell. Horas antes, la empresa celebró una reunión con los sindicatos en la que quedaron de manifiesto las diferencias de ambas partes en el conflicto laboral.

Flexibilidad laboral sí, despidos no
Flexibilidad laboral sí, despidos no

La última reunión mantenida por Seat y sus empleados no sólo no sirvió ayer para acercar posiciones, sino que “se convirtió en un cruce de acusaciones mutuas", según ha explicado el secretario general de UGT en la empresa, Matías Carnero. Ante este enfrentamiento, los trabajadores de la automovilística han decidido continuar con su calendario de movilizaciones y mañana llevarán a cabo la primera de las huelgas convocadas de 24 horas.Por el momento, la solución no parece llegar. Ambas partes insisten en sus planteamientos y las negociaciones permanecen en punto muerto. La dirección de Seat, filial del Grupo Volkswagen, mantiene su propuesta de incrementar su flexibilidad laboral con coste neutro en sus plantas catalanas. El comité de empresa, por su parte, exige que los empleados cobren un plus del 80 por ciento por trabajar los sábados y por las horas que excedan de las recuperables establecidas en el pacto de flexibilidad.De esta forma, la provocación continúa. Los trabajadores amenazan con jornadas de huelga y la empresa reitera su intención de despedir a unos 600 trabajadores si no cumple sus objetivos. Seat, además, está dispuesta a cancelar el contrato relevo, que permite el rejuvenecimiento de la plantilla mediante la prejubilación de los empleados más veteranos y su sustitución por jóvenes.“Los trabajadores han aceptado asumir 14 días de inactividad al año, que se recuperan según las necesidades de producción de la empresa", explica Carnero. Sin embargo, la plantilla no está dispuesta a aceptar que la recuperación de esas horas en sábado no se pague mejor".Seat se muestra dispuesta a abonar sólo un 40 por ciento extra por las horas que se trabajen en sábado, pero los sindicatos exigen un 80 por ciento más, como hasta ahora. Por tanto, las negociaciones del nuevo convenio colectivo se mantendrán ancladas, como mínimo, hasta el próximo 20 de abril, fecha en la que está prevista otra reunión entre ambas partes.