Barcelona, en lucha contra la siniestralidad

Mano dura y campañas de sensibilización. El Ayuntamiento de Barcelona está dispuesto a acabar con la alta siniestralidad que padecen las calles y carreteras de la ciudad. El aumento de radares o la reducción de velocidad en determinadas vías son algunas de las iniciativas ya aprobadas.

A Barcelona se le ha acabado la paciencia. Su Ayuntamiento, harto ya de la elevada siniestralidad que presenta la ciudad, ha decidido lanzar una importante ofensiva contra los siniestros de circulación. El objetivo del nuevo paquete de medidas propuesto por las autoridades municipales no es otro que satisfacer los deseos de la Unión Europea de reducir en un 50 por ciento el número de víctimas de tráfico de aquí a 2010.El excelente resultado que han proporcionado los radares instalados en las rondas de circunvalación ha animado al alcalde de la ciudad, Joan Clos, a emprender una nueva cruzada contra los accidentes. En este sentido, los aparatos móviles instalados en vías como la Meridiana, la Vía Augusta, la Diagonal y la Ronda del Mig serán en breve sustituidos por unidades fijas, lo que permitirá que los actuales equipos pasen a ser utilizados en otras calles de la capital catalana.Las nuevas medidas impulsadas desde el Ayuntamiento contemplan la instalación de radares en calles como Valencia o Muntaner, especialmente conflictivas. Otra de las iniciativas en cartera es la extensión de su red de semáforos con capacidad de fotografiar a los conductores que se salten el color rojo.La intención del Consistorio es exprimir al máximo todas las posibilidades tecnológicas que tenga a su alcance, aunque también estudia la implantación de medidas más convencionales. Entre estas últimas, destaca la idea de Clos de retocar la red viaria que se considere que no es básica para reducir en ella la velocidad de paso de los vehículos a 30 km/h como máximo. La instalación, por ejemplo, de nuevos vados podría ser uno de los instrumentos utilizados, tal y como señala el concejal Jordi Hereu.Las cifras de Barcelona hablan por sí solas: cada 39 minutos resulta herida una persona en sus calles, víctima del tráfico urbano. Por otra parte, cada ocho días muere al volante un conductor o es atropellado un viandante.La batería de medidas en preparación es aún más larga. El área de Vía Pública ha decidido auditar los tiempos semafóricos de las intersecciones más polémicas, multiplicar los controles de alcoholemia y realizar un seguimiento especial a los llamados “multinfractores", aquellos que logran acumular decenas de multas en un solo año.El servicio catalán de tráfico pondrá más patrullas de los Mossos d’Esquadra en las carreteras de la comunidad durante las actuales vacaciones. La Semana Santa es un período habitualmente crítico para la región, ya que en los últimos 5 años más de 100 personas han fallecido en su red viaria. Tránsit establecerá este año un total de 104 puntos de control de velocidad en vías secundarias, como parte de un dispositivo especial. En las vías principales, que incluyen los 1.600 kilómetros de autopistas y autovías de Cataluña, establecerá otros 84 emplazamientos. Por el contrario, el servicio reducirá los puntos de control de alcoholemia: de 369 en 2003 a 253 en 2004.