El conflicto del taxi siembra el caos en Barcelona

La concentración de taxistas en Barcelona se ha convertido ya en norma. Ayer, una nueva marcha de más de 2.000 profesionales volvió a colapsar (por quinta vez en dos meses) el centro de la ciudad. El gremio exige un incremento de tarifas del 25 por ciento en cuatro años y advierte de nuevas movilizaciones.

Nueva normativa para los taxistas catalanes
Nueva normativa para los taxistas catalanes

Barcelona comienza a estar al borde del caos circulatorio. Si hace tan sólo dos meses informábamos de que la entrada de más de 500.000 vehículos colapsa cada día los accesos a la ciudad, ahora son las protestas de los taxistas las que saturan también las calles del centro. Ayer mismo, una concentración del sector reunió, durante más de dos horas, a más de 2.000 profesionales del gremio en la Vía Laietana y la calle de Pau Claris. El atasco, como se puede imaginar, fue monumental.Lo más preocupante es que esta situación, lejos de ser aislada, forma ya parte del paisaje urbano de la Ciudad Condal. Y todo porque, desde hace unas semanas, los taxistas profesionales y el Instituto Metropolitano del Taxi (Imet) mantienen un conflicto por los precios del servicio.El Grupo de Taxistas Independientes (GTI), organización que ha convocado en los últimos dos meses cinco concentraciones similares a la de ayer, ha anunciado que no abandonará las movilizaciones mientras las autoridades municipales no aprueben un incremento de tarifas del 25 por ciento en cuatro años. “No vamos a rendirnos. Pensamos aguantar hasta que el Imet suba los precios", advierte uno de sus portavoces.

El incremento tarifario vigente en el sector catalán es del 3,6 por ciento. Muchos conductores ni siquiera lo han aplicado todavía en sus taxímetros, porque lo consideran “irrisorio".La protesta de ayer congestionó durante casi toda la mañana el centro de la ciudad, situación que puede repetirse en los próximos días. El GTI tiene intención de solicitar hoy mismo el pertinente permiso a la Delegación del Gobierno para convocar una concentración similar el próximo día 21 de abril. Y no queda ahí la cosa: los profesionales del gremio han asegurado que planean “armar una bien gorda" en las calles durante los primero días del Fórum de las Culturas, el acontecimiento más importante este año para la ciudad.El problema de fondo es que ni la Administración ni los taxistas parecen dispuestos a ceder. El Imet asegura que no va a incrementar las tarifas y el GTI lo acusa de incumplir sus compromisos. Según este colectivo, “la institución se había comprometido a realizar un informe económico para dictaminar si los precios están o no desfasados y ahora lo niega". Mientras tanto, los ciudadanos son los que padecen a diario las consecuencias del conflicto.Otro de los problemas que quedan por solucionar en Barcelona es la financiación del transporte público. En este sentido, el conseller de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat, Joaquim Nadal, considera “urgente" la firma del contrato-programa 2002-2005, aplazado por el anterior Gobierno. Alarmado por la situación actual de endeudamiento, Nadal denunció que Barcelona recibirá sólo 380 millones de euros de los 540 pactados, debido a la falta de entendimiento del anterior Ejecutivo autonómico con la Administración central. Por otra parte, el polémico Trambaix (el nuevo tranvía de Barcelona) celebra por fin su estreno este fin de semana y lo hace regalando 1,2 millones de viajes. La Autoritat del Transporte Metropolitá (ATM) y la concesionaria Tramvia Metropolitá (TramMet) han repartido 100.000 tarjetas especiales T-Tram, cada una con diez viajes, a los vecinos de las zonas por donde pasa el nuevo medio de transporte. El presidente de la Generalitat, Pascual Maragall, será el encargado de dar luz verde a las dos primeras líneas del tranvía, que enlazarán la plaza Francesc Maciá de Barcelona con la localidad de Sant Joan Despí. En sus primeros recorridos, el Trambaix funcionará de 6 de la mañana a 12 de la noche.Lo que, sin embargo, no estará todavía en funcionamiento son las nuevas cámaras de vídeo que se instalarán durante el recorrido del tranvía. Estos instrumentos servirán para tratar de poner fin a las infracciones cometidas durante el trazado, que han provocado numerosos accidentes de tráfico durante su período de pruebas.Si el Trambaix intentará en los próximos meses reducir el desplazamiento por ciudad de vehículos privados, un objetivo similar persigue la nueva iniciativa puesta en marcha por la asociación universitaria “SenseFums" (SinHumos). Este colectivo ya ha iniciado la campaña “Ciclista x 5 días", que ofrece a 20 personas del campus de la Diagonal de Barcelona que se trasladen habitualmente a ella en coche o moto la oportunidad de disponer gratuitamente de una bicicleta completamente equipada. El objetivo de esta iniciativa es que los estudiantes, profesores y personal de la universidad puedan comprobar la comodidad de ir a su centro docente en bicicleta.