Nuevos parquímetros en Madrid

La zona de Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) volverá a ampliarse en breve. Los buenos resultados cosechados –según el Ayuntamiento- por esta medida han provocado que los parquímetros prosigan su expansión por Madrid.

Más parquímetros para Madrid
Más parquímetros para Madrid

Mejoras en el tráfico y una buena recaudación: éstas han sido las razones que han impulsado al Ayuntamiento de Madrid a proseguir con su plan de instalación de parquímetros en las calles de la capital. El Consistorio obtuvo 18 millones de euros durante los 12 primeros meses de funcionamiento del SER. Tras pagar a las empresas concesionarias, seis millones pasaron directamente a las arcas municipales, que logró así unos ingresos 20 veces superiores a los 300.000 euros previstos, según recoge el diario “La Razón". Los barrios de Cuatro Caminos, Ríos Rosas, Niño Jesús, Pacífico, Palacio, El Viso (en parte) y el área de La Guindalera que aún no cuenta con estos dispositivos verán, a partir del 1 de junio, marcas azules y verdes en sus calles. En una segunda fase -que también se llevará a cabo este año-, la zona de estacionamiento regulado llegará a Palos de Moguer, Embajadores, Castillejos y parte de Nueva España e Iberoamérica. Muchos de los vecinos de las zonas afectadas ya han recibido las cartas en las que se les informa sobre la medida que llevará a cabo el Consistorio. Los habitantes de Ríos Rosas, por ejemplo, ya pueden solicitar la tarjeta de residente que les permitirá aparcar en la zona delimitada (con esta ampliación, todo el barrio de Chamberí queda regulado por los parquímetros). El Ayuntamiento ha dispuesto un doble turno para realizar estas peticiones: las calles de la letra A hasta la F tenían adjudicado un plazo que finalizó ayer. Los que viven en las vías cuyo nombre empieza por J hasta la Z podrán requerir su tarjeta hasta mañana. El área en el que se inscriben las calles afectadas está delimitada por el Paseo de la Castellana, Raimundo Fernández de Villaverde, Bravo Murillo y José Abascal. Todos los vecinos de la zona deben dirigirse a la calle Alberto Aguilera, 20. En las zonas verdes, los no residentes no podrán aparcar de lunes a viernes, desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la tarde. Los sábados laborables y el mes de agosto, esta prohibición rige desde las 9:00 a las 15:00 horas. Los domingos y festivos no tiene validez y las plazas son utilizables por cualquier automovilista.

El pago del estacionamiento puede realizarse mediante monedas o a través de tarjetas de pago recargables. Los precios oscilan desde los 0,40 euros (que permite 20 minutos de aparcamiento) y los 1,30 euros (una hora). La tarifa mínima indicada es la misma para la zona azul, aunque, en ésta, los no residentes pueden estacionar a lo largo de dos horas por 1,60 euros.

Si se rebasa el tiempo máximo de estacionamiento por un período inferior a una hora, la denuncia se anulará a través de un ticket que obtendremos por tres euros en cualquier parquímetro. Debe introducirse en un buzón, siguiendo las instrucciones del sobre que encontraremos en el parabrisas.La Comisión Europea ha solicitado información sobre los motivos que aducirá la Comunidad de Madrid, a petición del Ayuntamiento, para evitar la realización de una declaración de impacto ambiental en las obras de reforma de la M-30. En una carta remitida al PSOE, la comisaria europea de Medio Ambiente, Margot Wallström, indica que las autoridades españolas pueden conceder esta exención a ciertos trabajos, pero únicamente cuando concurren “circunstancias excepcionales" y se informa previamente a la Unión Europea.Este escrito no supone la paralización del macro-proyecto de Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de la capital. Sin embargo, los concejales socialistas Félix Arias y Pedro Zerolo han anunciado que su partido acudirá a los tribunales (amparado en esta respuesta de la UE) si el Ejecutivo regional concede la exención o el Gobierno municipal adjudica las obras a las constructoras y si se produce cualquier informe en contra de las mismas por parte de la Comisión. Wallström ha comunicado esta respuesta después de que la Comisión fuera preguntada por Carlos Carnero, diputado socialista en el Parlamento Europeo, si conocía los planes de la Comunidad de Madrid: ésta pretendía eximir de la declaración de impacto ambiental (que determina cómo se verá afectado el entorno por las obras y propone medidas para mitigar los daños medioambientales) a los trabajos que se realizarán en la M-30. La contestación de la comisaria ha sido tajante: “La Comisión no tenía conocimiento de este asunto. Por consiguiente, se dirigirá a las autoridades españolas para recabar información y estar así en condiciones de apreciar la situación", explica.

En el texto, Wallström recuerda que las leyes europeas (e, incluso, algunas sobre Evaluación Ambiental en la Comunidad de Madrid) establecen que cualquier obra de construcción o reforma de carreteras de más de cinco kilómetros requiere un informe ambiental. Aun así, las normas permiten, en determinados casos, “exceptuar de esta evaluación la totalidad o parte de un proyecto específico, aunque sólo en circunstancias excepcionales y siempre que se informe previamente a la Comisión y se cumplan determinados requisitos". Según el PSOE, Ruiz-Gallardón nunca ha explicado qué “circunstancias excepcionales" justifican su petición para evitar la elaboración de una declaración de impacto en los trabajos que pretende acometer en la M-30. El Gobierno municipal, por su parte, ha indicado que cualquier decisión que se adopte sobre la vía “garantizará el cumplimiento de las condiciones medioambientales". Además, ha afirmado que la discusión no tiene sentido, pues el Ministerio de Fomento ya ha transferido esta circunvalación al Ayuntamiento, por lo que la carretera se ha convertido en una “vía urbana" y la Ley de Evaluación Ambiental no le atañe. Para Zerolo, decir que la M-30 es una calle es un insulto a la inteligencia. “No pueden transitar los peatones y no hay acceso a viviendas. Es una vía rápida pensada para la circulación de vehículos; es decir, una carretera", ha señalado.El Ayuntamiento está harto de esperar a que la Comunidad se decida sobre esta cuestión y la Concejalía de Urbanismo ya tiene sobre la mesa el proyecto sobre esta obra.Asimismo, Zerolo se ha mostrado convencido de que el futuro Gobierno, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, “apoyará la necesidad de hacer un informe ambiental y se lo comunicará a la Comisión".

Por su parte, el decano del Colegio de Arquitectos de Madrid, Ricardo Aroca, ha señalado que, si el alcalde se “salta" la Evaluación de Impacto Ambiental en estas obras, cometerá un “error político". “Debe tranquilizarse un poco y no tener tanta prisa", ha indicado. El parque más antiguo y uno de los más populares de Madrid volverá a ser sólo para los peatones, según ha indicado Pedro Calvo, concejal de Movilidad y Seguridad en el Ayuntamiento. El cierre al tráfico será total y no se realizarán pruebas previas, aunque todavía no se ha concretado una fecha para poner en marcha esta medida.