Skoda Octavia 2004

Después de ocho años, el Skoda Octavia se ha ganado un merecidísimo relevo. La nueva generación toma el testigo con el mismo compromiso: mecánicas solventes, mucho espacio interior y un precio ajustado.

Skoda Octavia 2004
Skoda Octavia 2004

Más tamaño, más eficacia
Como sucede en los últimos relevos de la casa Volkswagen, el verdadero cambio está en el interior, en las tripas. El nuevo Octavia se ha montado sobre el bastidor que se estrenó con el Touran, el mismo que utilizan Golf y A3. Con respecto al chasis anterior, éste ofrece una batalla 66 mm más larga, con 29 mm más de ancho de vías. Con estas diferencias, el Octavia disfruta de 65 mm más de longitud total. Esto, como se sabe, redunda en dos factores fundamentales: el coche tiene mayor superficie y, por tanto, es más estable. Además, se logra más espacio en el interior, sobre todo en el maletero, donde se ganan 32 litros de capacidad para sumar un total de 560 litros sin plegar los asientos.Esta capacidad para cargar en el maletero es la gran baza de este modelo. La verdad es que más que un maletero tiene una bodega. Muchísimo hueco, facilidad de carga, espacios para objetos pequeños, comunicación con los asientos traseros, ganchos, redecillas para sujetar bultos... Desde luego, en Skoda saben cuidar esta parte del coche.El chasis es el mismo para todos los Octavia, sin diferencias en las suspensiones. Éstas responden a un esquema ya conocido: McPherson con triángulo inferior y estabilizador en el eje delantero y multibrazo de cuatro anclajes en el trasero.
Durante la toma de contacto que Skoda organizó en las atestadas carreteras de Grecia, el tarado de esta suspensión nos ha parecido más bien blando. El coche se orienta a la comodidad, con lo que el dinamismo se resiente un poco. El Octavia resulta noble y fácil de conducir, pero en los giros se muestra un tanto impreciso, con cierta tendencia a hundir el morro.


Parece lógico pensar que, con un volumen de carrocería superior al del Golf, por ejemplo, y, por ende, con mayor peso, el comportamiento de este Octavia no puede ser tan bueno como el de sus primos compactos. Por supuesto, esto no quiere decir que el coche sea poco estable. Al contrario, la nobleza de maneras está garantizada y será difícil que la trayectoria se vea alguna vez comprometida. Entonces, si lo que buscamos es agrado de marcha y confort a bordo, esta configuración mecánica da un gran resultado.

El bastidor se completa ahora con una dotación de seguridad mucho más completa que la que llevaba el Octavia anterior. Para empezar, el ABS ya es equipamiento de serie en toda la gama. Además, se ofrece también de partida el sistema de distribución de frenada, el control de carga del motor MSR y el antideslizamiento ASR. Como opción está el ESP, programa de control de estabilidad, que se incluye de serie sólo con los motores más grandes, los dos litros FSI y TDI.El resto del equipamiento de seguridad incluye airbags delanteros, laterales y de cabeza, estos últimos como opción en los acabados Classic. También hay fijaciones Isofix en los asientos traseros y reposacabezas activos.

Este conjunto de protecciones se puede mejorar con la incorporación del sensor de presión de los neumáticos y el de aparcamiento, que, en algunas configuraciones, muestra un útil gráfico en una pantalla para que sepamos lo cerca que están los obstáculos.

Las llantas de serie son todas de 15 pulgadas, siempre de acero con tapacubos, excepto en los acabados Elegance, que montan llantas de aleación de idénticas dimensiones. Para las opciones quedan, claro, varios modelos de aleación donde elegir.