Volkswagen reducirá 5.000 empleos en todo el mundo

El plan de ahorro de Volkswagen, denominado “ForMotion", ha sido explicado en detalle por el presidente del consorcio, Bernd Pischetsrieder. Algunas de las medidas anunciadas ayer se mantienen, mientras que otras se matizan. La más importante, que anunciaba la reducción de empleos, ya tiene cifra: 5.000 puestos serán eliminados.

Nueva arremetida comunitaria ante la ''ley Volkswagen''
Nueva arremetida comunitaria ante la ''ley Volkswagen''

La escasa demanda, los efectos negativos de las divisas y la coyuntura económica han sido los causantes de los malos resultados obtenidos por Volkswagen durante el año pasado. La situación no mejorará en 2004, pues un pesimista Bernd Pischetsrieder anunció que el ejercicio ha comenzado “extremadamente débil". “Debemos reconocer que, hasta ahora, no ha habido ningún signo de recuperación económica. El conjunto del sector automovilístico está sometido a las presiones de los mercados y a los elevados tipos de cambio", ha afirmado.En Europa occidental, las matriculaciones cayeron más del 10 por ciento en enero. Este fenómeno es más acusado en Alemania, donde la rebaja de impuestos en vigor desde principios de año no ha logrado vencer el miedo de los consumidores. Así, el presidente de Volkswagen auguró que los beneficios del primer trimestre “serán miserables". En los dos primeros meses del año, VW ha vendido el seis por ciento menos que durante el mismo período de 2003. Aun así, Pischetsrieder ha destacado el esfuerzo realizado para “estar presentes en todos los segmentos del mercado" y ha anunciado que los beneficios operativos crecerán por encima de los 2.500 millones de euros, la cifra alcanzada en 2003. Las ventas han aumentado en Europa y en Asia, aunque han descendido en América, donde el tipo de cambio con el dólar afecta a las exportaciones de la compañía: por cada centavo de dólar que la divisa europea sube respecto a la norteamericana, el grupo germano pierde 38 millones de dólares en sus beneficios brutos, calcula el diario “El Mundo".Con el fin de evitar que los malos resultados se repitan, el fabricante ha comunicado la puesta en marcha del plan de austeridad “ForMotion", que le permitirá ahorrar 4.000 millones de euros (2.000 a partir de ahora y otros 2.000 ya previstos el pasado otoño) durante los próximos dos años.El proyecto afectará a los costes de producción, a los gastos extraordinarios y al “incremento de la rentabilidad de las filiales extranjeras", ha explicado Pischetsrieder. El primer apartado, por el que se aumentará el número de componentes idénticos que compartirán las distintas gamas de modelos, será el que aporte el mayor porcentaje de ahorro: 800 millones de euros. Con esta estrategia, además, se abaratarán los costes unitarios de las piezas, sin perder calidad. Otra de las medidas revisará las inversiones destinadas al lanzamiento de nuevos modelos, una partida que permitiría ahorrar 250 millones de euros. Los ingresos vendrán de la mejora de las operaciones, de un mayor rendimiento en el negocio de accesorios y de recambios, de la reorganización del servicio al cliente y de una mayor rentabilidad en la venta de vehículos de segunda mano y ocasión. Además, se explotarán los servicios financieros y la división de vehículos comerciales. Un aspecto mucho más traumático de estas disposiciones es la reducción de la plantilla en un 3,5 por ciento en todas las plantas del consorcio. Según Pischetsrieder, la eliminación de empleos se realizará mediante prejubilaciones en Alemania (que acogerá, al contrario de lo anunciado ayer, entre 2.000 y 2.500 de las suspensiones) y a través de la fluctuación natural, sin que ello conlleve una congelación del número de trabajadores.Esta disminución de la plantilla, en principio, no supondrá despidos: los prejubilados y los empleados parciales no serán reemplazados. Sólo se verán afectados los puestos indirectos; es decir, aquellos ajenos al proceso de fabricación, como los cuadros medios y los administrativos. Con esta medida, se ahorrarán 600 millones de euros.

Pischetsrieder se juega más que la rentabilidad de su compañía con este plan, pues varias fuentes de la empresa han indicado que un resultado negativo podría costarle el cargo. Al parecer, ya hay un sustituto preparado: Martin Winterkorn, jefe de Audi. El plan consta de varios puntos. Por un lado, se realizará una reducción del coste de productos, de los gastos únicos, de los gastos generales y de procesos. Por otro, crecerá la capacidad de rendimiento del área comercial, de los servicios financieros, de la división de vehículos comerciales y de las subsidiarias extranjeras.Aunque el presidente del consorcio ha declinado especificar cómo afectará el plan de ahorro a las filiales españolas (que agrupan a 19.000 trabajadores), Francisco Javier García Sanz, uno de los siete miembros del comité ejecutivo de Volkswagen, ha indicado que “el impacto, aunque mínimo, será mayor en Barcelona que en Landaben".Así, los recortes de personal se notarán más en las plantas catalanas (las de Seat: Martorell, Zona Franca y el Prat) que en la de Landaben, perteneciente a VW, donde el número de empleos indirectos es muy reducido.Seat, principalmente, hará disminuir su personal administrativo. Para ello, la empresa podrá pactar algunas bajas incentivadas o no aplicará a este colectivo el contrato de relevo, que obliga a sustituir a cada empleado que anticipa su jubilación por otro con el mismo perfil profesional.Este ajuste, que también implica el recorte de inversiones, se ha dado a conocer semanas después de que el consorcio descartara definitivamente la fabricación del Tango, llamada a consolidar la imagen deportiva de Seat. Por su parte, Landaben –que emplea a 4.500 personas- ya ha sido afectada por el descenso en las ventas del grupo. La fabricación de vehículos en esta factoría cayó un 5,3 por ciento en 2003 y su previsión para el presente ejercicio, 239.500 automóviles, ha sido rebajada hasta los 233.000. García Sanz tiene la tarea de revisar las inversiones no destinadas al desarrollo del producto (el propio Andreas Schleef, presidente de Seat, ha tachado de “excesivo" el dinero destinado al desarrollo del Altea, 582 millones de euros). Sin embargo, este gasto puede justificarse teniendo en cuenta la fase de cambio que atraviesa la compañía, que subirá el precio de sus modelos. Las previsiones globales para el nuevo monovolumen de la marca española llegan a las 60.000 unidades en todo el mundo (20.000 en España).Los fabricantes europeos de vehículos han destruido 75.000 puestos de trabajo directos entre 1999 y 2001, según el último informe económico de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (Acea). Este retroceso se debe a la transferencia de trabajadores al sector de componentes de la automoción.

De acuerdo con las estimaciones de Acea, el mencionado sector genera 10 millones de empleos indirectos, por lo que la cifra total ronda los 12 millones de trabajadores.